La Cámara de Diputados aprobó este miércoles, con 328 votos a favor, 131 en contra y cinco abstenciones, el dictamen que expide la nueva Ley General de Aguas y reforma la Ley de Aguas Nacionales, tras más de seis horas de debate.
La iniciativa, presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum, busca regular el uso del agua en los procesos productivos, ordenar las concesiones y garantizar su disponibilidad para toda la población.
Además, establece que el Estado será el único responsable de su regulación, definiendo las responsabilidades de autoridades municipales, estatales y federales.
Entre los cambios destacados, la ley elimina la transmisión de derechos de agua entre particulares y establece que cualquier concesión no utilizada para los fines autorizados deberá regresar a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para su redistribución.
También se crea un Registro Nacional del Agua y un catálogo de responsabilidad hídrica para supervisar y transparentar las concesiones.
Durante la sesión, la bancada de Morena, PT y PVEM defendió que la ley protege el derecho a las concesiones, combate el acaparamiento y el mercado negro del agua. Por su parte, PRI, PAN y MC acusaron al Gobierno de intentar controlar el recurso con fines políticos.
En la discusión en lo particular, que continuará hasta la madrugada del jueves, se analizarán 529 reservas con la participación de 154 oradores.
Diputados opositores, como Marcelo de Jesús Torres (PAN) y Laura Ballesteros (MC), criticaron la ley por considerarla rígida, centralizadora y con fines políticos, además de que, según señalaron, no aborda de manera efectiva la falta de acceso al agua para millones de mexicanos.
