La Fiscalía General de la República (FGR) a través de su Fiscalía Especial en Materia de Derechos Humanos (FEMDH), anunció que este miércoles se revocó la prisión domiciliaria que pesaba sobre el exgobernador de Puebla, Mario Marín, y fue recluido nuevamente en un penal.
Esta medida se toma debido a su posible responsabilidad en el delito de tortura contra la periodista Lydia Cacho.
La decisión fue tomada luego de que el Tribunal Colegiado de Apelación del vigésimo séptimo circuito, con sede en Cancún, Quintana Roo, revocara la orden de prisión domiciliaria que había sido otorgada por una jueza penal.
A raíz de esta resolución, agentes de la Guardia Nacional ejecutaron el traslado de Marín, quien, a sus 70 años, estaba bajo arresto domiciliario desde agosto de 2024, con un brazalete electrónico y vigilancia directa.
La FEMDH impugnó la medida al considerar que no cumplía con los requisitos legales. El tribunal determinó que la decisión anterior no estaba suficientemente justificada y no había considerado adecuadamente los riesgos procesales, incluyendo el peligro de fuga y la gravedad de los cargos.
El Ministerio Público Federal destacó la importancia de este caso, no solo por el delito de tortura, sino también por el ataque a la libertad de expresión, dado que la víctima, Lydia Cacho, es periodista y activista.
La detención de Cacho en diciembre de 2005, por un grupo de policías sin orden de captura, fue parte de un proceso que involucró al empresario José Kamel Nacif, señalado en el libro Los demonios del Edén, en el que Cacho denunció una red de prostitución infantil.
Ahora, Mario Marín será trasladado al Centro Federal de Reinserción Social número 1, 'Altiplano', en el Estado de México, donde continuará su proceso judicial.