Rusia afirmó este martes que denunció ante Estados Unidos por los bombardeos ucranianos contra sus infraestructuras energéticas.
La acusación llegó pocas horas después de que Ucrania informara sobre un ataque ruso que dejó a decenas de miles de personas sin electricidad.
Ambos países se han responsabilizado mutuamente de romper un supuesto acuerdo para evitar atacar instalaciones energéticas, aunque no hay un acuerdo formal ni claridad sobre los compromisos asumidos por cada parte.
La semana pasada, Estados Unidos emitió dos comunicados en los que mencionaba una moratoria sobre los ataques a infraestructuras energéticas en Rusia y Ucrania, sin detallar fechas ni condiciones específicas.
Este martes, durante una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, el presidente Vladimir Putin presentó las presuntas violaciones de Ucrania. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, indicó que entregó una lista de estos incidentes al asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mike Waltz, y también al secretario de Estado, Marco Rubio.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso acusó a Kiev de atacar instalaciones energéticas en la región de Bélgorod, en Rusia, y en Zaporiyia, en Ucrania, área parcialmente controlada por las fuerzas rusas.
Estas acusaciones se dieron después de que el canciller ucraniano, Andrii Sybiga, informara sobre la falta de electricidad en la región de Jersón, al sur de Ucrania, debido a un ataque ruso, aunque más tarde las autoridades locales confirmaron que el suministro fue restaurado.
Desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, Rusia ha realizado ataques sistemáticos a plantas energéticas ucranianas. El mes pasado, Putin rechazó una propuesta de Estados Unidos, que Ucrania había aceptado, para un alto al fuego completo.