La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno está atendiendo el problema de la distribución de agua en la frontera con Texas, luego de que el gobernador de ese estado, Greg Abbott, pidiera que México cumpla con el tratado bilateral firmado hace 80 años.
“Se está atendiendo (...) porque salió ayer el gobernador de Texas (Greg Abbott) y se está atendiendo por parte de Conagua (Comisión Nacional del Agua) y CILA (Comisión Internacional de Límites y Aguas), que es quien se encarga de revisar este tratado entonces nada más para que sepan”, señaló en su rueda de prensa matutina.
Sheinbaum reconoció que en los estados mexicanos que colindan con Texas “ha habido menos agua, esa es parte del problema”, pero afirmó que ya firmó un acuerdo para abordar la situación.
“Se va a atender, para que se conozca, ya se está atendiendo”, reiteró.
Sobre tratado de aguas de 1944 con #EU, que establece cómo se distribuye el agua de los ríos Bravo, Colorado y Tijuana, y con el que algunos legisladores texanos de aquel país buscan presionar a Trump, “se está atendiendo”.
— Manuel Galeazzi (@ManuelGaleazz1R) March 20, 2025
Ahora que salió el gobernador de #Texas, lo está… pic.twitter.com/zxRUOBV4W7
El reclamo de Texas surge en un contexto de grave escasez de agua en la región. Legisladores texanos han pedido al presidente Donald Trump que utilice las negociaciones arancelarias con México para presionar el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944.
De acuerdo con un informe de la universidad Texas A&M, la falta de agua ha generado pérdidas de hasta 993 millones de dólares anuales en el sur del estado.
El decreto presentado por los legisladores exige al Departamento de Estado de Estados Unidos y a la Comisión Internacional de Límites y Aguas tomar medidas para garantizar que México entregue el volumen de agua pactado, argumentando que el país ha incumplido sus obligaciones en las últimas tres décadas.
Este conflicto ocurre en medio de la amenaza de nuevos aranceles del 25% a productos mexicanos por parte del gobierno estadounidense, como parte de su estrategia para combatir el tráfico de fentanilo y la migración irregular.
Pese a la presión, Sheinbaum señaló que esperará hasta el 2 de abril, fecha en que Estados Unidos tiene previsto aplicar los nuevos aranceles, antes de decidir las acciones a tomar.