De acuerdo con informantes de la Policía Municipal, la corporación de seguridad municipal, colaboró con los militares y una patrulla se encargó de llevar a la menor a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Morelos, para que iniciara su denuncia; sin embargo, fuentes de la fiscalía aseveraron que nunca se inició una querella sobre dicho caso.

Con base en los datos recabados, la adolescente relató a los uniformados, que ella y sus amigas acudieron a pedir trabajo al centro nocturno, donde presuntamente las contrataron de meseras, pero las obligaron a mantener relaciones sexuales con varios clientes, además de privarlas de su libertad.

Hasta el cierre de esta edición, las autoridades estatales desconocían el paradero de la menor afectada.