Las iniciales del Cártel del Pacífico Sur (CPS) quedaron plasmadas con un aerosol negro, en el portón de una casa ubicada en la calle Niños Héroes de la colonia José López Portillo, del poblado de Tejalpa, del municipio de Jiutepec. Los responsables eran al menos 10 sujetos encapuchados, con vestimenta oscura y armados, quienes allanaron la vivienda de la familia Pichardo. La morada era habitada por dos mujeres, un niño, además de los tres hermanos de nombres Roberto, Erick y Jorge de 19, 18 y 16 años de edad. Los tres jóvenes fueron golpeados por los sicarios, quienes los llevaron hasta el patio de la casa, en donde les dispararon en repetidas ocasiones. La agresión cobró la vida de Jorge, quien era estudiante; y de Erick, de oficio albañil. Mientras Roberto quedó gravemente herido. Al lograr su cometido, el comando armado se dio a la fuga con rumbo desconocido. Fue alrededor de las 5.15 horas, cuando los vecinos de la zona solicitaron el apoyo de los policías y una ambulancia, ya que había ocurrido una balacera y se encontraban personas lesionadas. En cuestión de minutos llegaron a la casa los paramédicos, quienes atendieron a Roberto, el cual presentaba varias heridas de bala en el cuerpo y debido a su delicado estado de salud fue trasladado al hospital "José G. Parres" de Cuernavaca. Asimismo los uniformados se entrevistaron con dos mujeres (la madre de los occisos y la esposa de uno de ellos), quienes relataron que los culpables se identificaron como federales para meterse a la morada. Una vez adentro sometieron, golpearon y dispararon sin piedad a los jóvenes. En la escena del crimen quedaron regados más 50 casquillos de 'cuerno de chivo', .9 milímetros y de .38 súper. Posteriormente arribaron ministeriales y personal del Servicio Médico Forense (Semefo) quienes se encargaron de realizar el levantamiento de los dos cadáveres y la evidencia.