Arturo Dávalos González y Leonel Salgado Adame son acusados de homicidio calificado, cometido en agravio de quien en vida respondiera al nombre de Martín Consuelo Gómez.

Fue el pasado 11 de febrero del año en curso que policías de Xochitepec detuvieron tras una intensa persecución a dos sicarios que dispararon a quemarropa a un automovilista.

La agresión ocurrió en la avenida Emiliano Zapata, -a la altura de la iglesia- del poblado de Tezoyuca, perteneciente al municipio de Emiliano Zapata. Los agresores eran cinco sujetos -entre ellos los dos sentenciados- que viajaban a bordo de una camioneta Blazer color verde, quienes interceptaron al ahora finado cuando viajaba en su coche tipo Tsuru GS, color rojo, con permiso para circular en el estado de Guerrero.

Los paramédicos brindaron los primeros auxilios a Martín Consuelo de 24 años de edad, con domicilio en la Unidad Habitacional Tezoyuca, del municipio de Emiliano Zapata. El joven tenía dos impactos de bala, uno en la cabeza y otro en el tórax, y fue trasladado de emergencia al Hospital General “José G. Parres” de Cuernavaca, donde falleció, iniciándose la carpeta de investigación HG01/115/2010.

Los asesinos escaparon por la carretera federal Cuernavaca-Alpuyeca, pero a la altura del balneario “Campestre”, ubicado en Xochitepec, los delincuentes estamparon su camioneta contra un poste de luz y escaparon a pie.

Policías de Xochitepec después lograron capturar a Arturo Dávalos González de 27 años de edad, vecino de la colonia La Presa, del municipio de Chilpancingo, y a Leonel Salgado Adame de 33 años de edad, alias “Sarsa”, vecino de la colonia Cuernavaca, ambos del estado de Guerrero.

Estos individuos llevaban entre sus pertenencias dos armas de fuego calibre .380, siete cartuchos útiles y una “grapa” de cocaína.

Cabe señalar que el ahora occiso al momento de la agresión viajaba acompañado de su hermano y otro hombre identificado como Lamberto Marino Reyes, quienes manifestaron que el único problema que tenía Martín Consuelo, era por la posesión de unos terrenos.

Ante lo sucedido, el juez impuso una multa a los asesinos de 800 días de salario mínimo, lo que equivale a 43 mil 576 pesos, además de establecer el pago de 79 mil pesos a los familiares del muchacho por la amonestación y reparación del daño.

Conforme a las pruebas presentadas por el agente del Ministerio Público, el juez determinó la responsabilidad penal de los ahora sentenciados, al existir señalamiento por parte de testigos, quienes reconocen a los mismos como sus agresores. Lo anterior relacionado con la causa penal JC/056/2010.