El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que su país destruyó la semana pasada una “gran instalación” como parte de su campaña contra el narcotráfico, que Washington vincula con Venezuela, aunque no precisó si la operación ocurrió dentro del territorio venezolano.

Las declaraciones fueron realizadas el viernes durante una entrevista en un pódcast de radio y difundidas este lunes por medios estadounidenses.

Trump afirmó que la instalación servía como punto de salida de embarcaciones y que fue destruida “hace dos noches”, lo que, según dijo, representó un golpe significativo.

El mandatario no detalló el tipo de infraestructura atacada y, hasta ahora, su administración no ha emitido información oficial sobre la operación.

De confirmarse, sería la primera acción en tierra dentro de una estrategia antidrogas que hasta el momento se ha concentrado en aguas internacionales del Caribe.

Trump hizo estos comentarios durante una conversación con John Catsimatidis, empresario republicano y propietario de la emisora WABC de Nueva York, en la que abordaron las acciones militares estadounidenses contra supuestas “narcolanchas” en el Caribe, vinculadas al presunto Cártel de los Soles, al que Washington atribuye nexos con el Gobierno venezolano.

En semanas recientes, el presidente había adelantado que su política de presión contra la administración de Nicolás Maduro incluiría ataques a objetivos terrestres, tras la destrucción de alrededor de 30 embarcaciones presuntamente utilizadas para el tráfico de drogas y la muerte de más de 100 personas que, según Washington, participaban en estas operaciones.

Funcionarios estadounidenses citados por The New York Times indicaron que Trump se refería a una planta de producción de drogas en Venezuela, la cual habría sido destruida el miércoles pasado, sin ofrecer más detalles.

La Casa Blanca no ha respondido a las consultas sobre esta acción ni sobre si supone una nueva fase en la presión contra Maduro, a quien Trump acusa de liderar una red de narcotráfico, acusaciones que el Gobierno venezolano rechaza.

Estados Unidos mantiene desde el verano un despliegue aeronaval en el Caribe, cerca de aguas venezolanas, que afirma está destinado a combatir el narcotráfico, mientras que Caracas lo considera una amenaza y un intento de promover un cambio de gobierno.

Las tensiones entre ambos países se intensificaron tras el anuncio de Trump de bloquear buques petroleros sancionados que operen desde y hacia Venezuela, así como la incautación de dos barcos que transportaban crudo venezolano en las últimas semanas.