Cuba rechazó este jueves cualquier relación con el narcotráfico y aseguró que mantiene un intercambio de información con Estados Unidos basado en el acuerdo bilateral de cooperación vigente desde 2016.
La declaración fue realizada por altos funcionarios de los Ministerios del Interior (Minint) y de Justicia durante una inusual rueda de prensa, en medio del aumento de la presión militar estadounidense sobre Venezuela con el argumento de combatir el tráfico de drogas.
Los representantes cubanos reiteraron que la isla no es productora ni país de tránsito de estupefacientes y sostuvieron la política de “tolerancia cero” del Gobierno.
El coronel Juan Carlos Poey, jefe del Órgano de Enfrentamiento Especializado Antidrogas del Minint, consideró que el actual despliegue naval de Estados Unidos en el mar Caribe —cerca de Venezuela— representa “una seria amenaza” para la seguridad y soberanía de Cuba.
Añadió que las drogas sintéticas son las más extendidas en el país y que, en su mayoría, provienen de territorio estadounidense.
Por su parte, el primer coronel Ybey Carballo, jefe del Estado Mayor de las Tropas Guardafronteras, señaló que existe un intercambio de inteligencia con los servicios homólogos de Estados Unidos, incluyendo datos en tiempo real sobre embarcaciones con presunta carga ilícita.
Aseguró que estos aportes han sido reconocidos por el Servicio de Guardacostas estadounidense. Según las autoridades, en lo que va de año se han incautado más de dos toneladas de droga.
El Gobierno cubano ha reconocido un incremento en el consumo de drogas, especialmente entre jóvenes, aunque no ha divulgado cifras completas.
El tema se aborda principalmente como un problema de orden público, con varios juicios vinculados al tráfico de estupefacientes y sanciones severas, incluida una condena de 15 años de prisión por posesión y venta de pequeñas cantidades.
El ministro de Justicia, Oscar Silvera, quien encabeza la Comisión Nacional de Drogas, destacó que el enfoque principal es preventivo y orientado a evitar que Cuba se convierta en productor o ruta de tránsito de sustancias ilícitas.
El despliegue naval estadounidense, vigente desde septiembre, forma parte de las operaciones que Washington vincula al presunto narcotráfico asociado al presidente venezolano Nicolás Maduro.
En este contexto, Estados Unidos ha informado de ataques a embarcaciones supuestamente utilizadas para el tráfico de drogas y de la muerte de más de 80 tripulantes.
Cuba, aliada de Venezuela, sostiene que estos argumentos no pueden aceptarse “legal o moralmente” y los considera pretextos para una posible agresión militar. Mientras aumentan las tensiones, el presidente Donald Trump ha advertido sobre un eventual cierre total del espacio aéreo venezolano.
