Un fuerte terremoto de magnitud 6.9 en alto mar golpeó el centro de Filipinas la noche del martes, causando la muerte de al menos seis personas, heridas a varias más y provocando evacuaciones masivas, informaron las autoridades.
El epicentro del terremoto se ubicó a unos 17 kilómetros al noreste de Bogo, una ciudad costera de unos 90 mil habitantes en la provincia de Cebú, alrededor de las 10:00 p. m.
En la ciudad de San Remigio, al sur de Bogo, fallecieron seis personas, incluyendo tres miembros de la guardia costera, un bombero y un niño, según el vicealcalde Alfie Reynes.
El funcionario señaló que el sistema de agua de la localidad resultó dañado y pidió ayuda con alimentos y agua, además de advertir que puede ser necesario equipo pesado para atender los daños en las aldeas montañosas.
En Bogo, las viviendas, la estación de bomberos y las carreteras sufrieron daños significativos. El bombero Rey Cañete relató que él y sus compañeros resultaron con heridas leves mientras evacuaban el cuartel y auxiliaban a residentes afectados por escombros y paredes colapsadas. Entre los heridos se encontraba un anciano trasladado a un hospital cercano.
Cientos de residentes permanecieron afuera de sus casas por temor a réplicas, reuniéndose en campos cercanos. Varias tiendas y una antigua iglesia católica en Daanbantayan también resultaron afectadas.
La gobernadora de Cebú, Pamela Baricuatro, informó que casas y un hospital fueron dañados y que equipos médicos de emergencia se encontraban en camino para atender a los heridos, mientras se evaluaba la magnitud total de los daños.
El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología emitió inicialmente una alerta de tsunami por posibles olas de hasta un metro en Cebú y las provincias cercanas de Leyte y Biliran, aunque la advertencia fue levantada posteriormente sin registrarse olas inusuales.