Texas ha ordenado a sus universidades públicas que identifiquen a los estudiantes migrantes que actualmente se benefician de matrículas reducidas para residentes del estado, con el fin de que comiencen a pagar la tarifa completa como no residentes. Esta decisión se da tras un fallo judicial emitido a principios de junio.
Wynn Rosser, comisionado de la Junta Coordinadora de Educación Superior de Texas, envió una carta a las universidades solicitando la “reclasificación” de estos estudiantes como no residentes.
En el documento, citado por The Texas Tribune, Rosser indica: “Se les cobrará la matrícula de no residente para el semestre de otoño de 2025”.
“Se les cobrará la matrícula de no residente para el semestre de otoño de 2025”, especifica Rosser en el documento, citado por The Texas Tribune.
El cambio surge luego de que un juez federal invalidara la ley estatal que desde 2001 permitía a ciertos jóvenes sin ciudadanía, pero que residían y se graduaron en Texas, pagar la matrícula al mismo costo que los residentes del estado.
El Departamento de Justicia había impugnado esta medida, argumentando que Texas estaba "discriminando de manera inconstitucional" a los ciudadanos estadounidenses en "beneficio" de los extranjeros.
Según la organización Higher Ed Migration Portal, cerca de 73 mil estudiantes en universidades públicas texanas podrían verse afectados por esta medida, lo que representa aproximadamente una quinta parte del total nacional estimado en 408 mil.
Esta política, conocida como Texas Dream Act, fue aprobada en 2001 para facilitar el acceso a la educación superior a jóvenes migrantes sin estatus legal, permitiéndoles pagar tarifas locales en lugar de la matrícula más alta que normalmente se aplica a estudiantes de otros estados, conocida como out-of-state tuition.