Los presidentes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping, expresaron este jueves su preocupación por la escalada del conflicto entre Israel e Irán, originado tras los ataques israelíes del pasado 13 de junio, y coincidieron en la urgencia de encontrar una salida pacífica a través del diálogo.

Durante una conversación telefónica, Putin destacó que el aumento de tensiones en Oriente Próximo “no responde a los intereses de nadie” y subrayó que el tema nuclear “debe ser resuelto mediante el diálogo y las negociaciones”.

Ambos mandatarios señalaron la necesidad de “sortear el uso de la fuerza” y remarcaron la importancia de proteger a los ciudadanos de terceros países.

Según el comunicado emitido por la presidencia rusa, Putin afirmó que Rusia está dispuesta a mantener el contacto con China “en un intento por tomar medidas que permitan reducir la tensión y la estabilidad en la región”.

Putin también se ofreció “para mediar si fuera necesario”, una iniciativa que fue bien recibida por Xi Jinping, quien “se posicionó a favor de este tipo de mediación y cree que podría servir para conseguir que la tensión disminuya”.

El presidente chino calificó la situación en la región como “crítica” y advirtió que el mundo atraviesa “un nuevo periodo de turbulencias” políticas.

“Si el conflicto sigue aumentando, no solo estos países van a sufrir grandes pérdidas sino todos los países de la región”, ha sostenido.

En este sentido, Xi propuso un alto el fuego inmediato, la protección de los civiles, “una cuestión de máxima importancia”, la apertura al diálogo y la acción de la comunidad internacional para “impulsar la paz”. “Esto es indispensable”, añadió.