Washington DC fue escenario este sábado de un desfile militar sin precedentes en el país, organizado para conmemorar los 250 años del Ejército de Estados Unidos y también el cumpleaños número 79 del presidente Donald Trump. Más de 6.000 soldados, 150 vehículos y 50 aviones desfilaron por la Avenida Pensilvania, cerca de la Casa Blanca, en un evento que muchos consideran una inusual demostración pública de fuerza militar.
El desfile, impulsado por el propio Trump desde hace años, coincidió con masivas protestas nacionales bajo el lema “No Kings”, que se realizaron en decenas de ciudades. Estas manifestaciones, algunas con enfrentamientos y arrestos, son consideradas las más grandes contra el presidente desde su regreso al poder. Los manifestantes acusan a Trump de actuar con tendencias autocráticas y critican el gasto de hasta 45 millones de dólares del desfile como un uso excesivo de fondos públicos.
Durante el evento, Trump tomó juramento a 250 nuevos reclutas y advirtió que
"los enemigos de Estados Unidos caerán totalmente"
si amenazan al país. Mientras tanto, en ciudades como San Francisco, Los Ángeles y Charlotte, miles salieron a las calles recordando que Estados Unidos se fundó "sin reyes" en 1776, y reclamando el fin de políticas como las redadas migratorias.
El día estuvo marcado además por una tragedia política: en Minnesota, una legisladora estatal fue asesinada en lo que el gobernador calificó como un acto con motivaciones políticas, aumentando aún más la tensión nacional.
Las imágenes del desfile y las protestas reflejan una nación profundamente dividida entre el homenaje militar y la crítica a lo que muchos perciben como una deriva autoritaria.