En medio de una escalada de violencia sin precedentes, los ataques israelíes en Gaza han dejado un devastador saldo de más de 23,000 muertos y 58,926 heridos desde el inicio de la guerra el 7 de octubre, según informó el Ministerio de Sanidad de la Franja controlado por Hamás.

En las últimas 24 horas, la situación alcanzó niveles críticos con 249 fallecidos y más de 500 heridos, marcando un día especialmente sangriento. El portavoz de Sanidad declaró que "la ocupación israelí cometió 17 masacres contra familias en la Franja de Gaza", subrayando la magnitud de la tragedia.

A pesar de la afirmación de Israel de haber desmantelado gran parte de la estructura militar de Hamás en el norte de Gaza, la ofensiva persiste en el centro y sur del enclave costero, siendo estas áreas las más afectadas en términos de pérdidas humanas.

La crisis humanitaria se agrava con el colapso de los servicios médicos en la región. El Hospital de los Mártires de Al Aqsa, único aún operativo en el distrito de Deir Balah, recibió en las últimas horas a 73 muertos y casi 100 heridos, reflejando la brutalidad de los bombardeos y enfrentamientos en la zona.

La evacuación de personal de Médicos Sin Fronteras (MSF) hace dos días y la pérdida de capacidad de los hospitales del sur de Gaza para alojar a heridos en departamentos y cuidados intensivos agravan la situación. Según la UNRWA, solo cinco centros sanitarios de los 22 dependientes de esta entidad están operativos en el centro y sur de la Franja.

La Organización Mundial de la Salud alerta que a principios de enero, solo 13 de los 36 hospitales de Gaza estaban "operativos parcialmente", enfrentando una escasez crítica de suministros básicos y combustible. La falta de electricidad, medicinas e insumos médicos, combinada con los continuos ataques del Ejército israelí, ha sumido al sistema sanitario de Gaza en un colapso sin precedentes.

Ante esta situación desesperada, las autoridades palestinas han solicitado medidas más expeditivas a Egipto para dar salida a aproximadamente 6,000 heridos en condición crítica que necesitan atención médica urgente en el extranjero.