El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, convocó a líderes internacionales a una cumbre extraordinaria en El Cairo este sábado para abordar la crisis en curso entre Hamas e Israel.

Durante su intervención en la sesión de apertura, Guterres instó a las partes involucradas a negociar un alto el fuego inmediato y poner fin a la "maldita pesadilla" que ha asolado la región.

Guterres expresó su condena tanto a los ataques de Hamas contra la población israelí como a la respuesta israelí en Gaza. Estableció una serie de objetivos a largo plazo que incluyen el acceso constante de ayuda humanitaria para Gaza, la liberación incondicional de todos los rehenes por parte de Hamas y la cesación inmediata de la violencia que amenaza con extenderse por toda la región.

Estas declaraciones se produjeron horas después de la apertura provisional del paso de Rafá por Egipto con el primer cargamento de ayuda humanitaria para Gaza desde el inicio del conflicto el 7 de octubre. Sin embargo, Guterres señaló que se necesitan esfuerzos adicionales para satisfacer las necesidades urgentes de la población.

La cumbre, que reunió a líderes de Egipto, Jordania y la Autoridad Palestina, junto con ministros de Relaciones Exteriores de países árabes y europeos, la Liga Árabe, la Unión Africana y la Unión Europea, así como emisarios de Rusia, China, Japón, Canadá y Estados Unidos, se centró en la búsqueda de una solución sostenible al conflicto de 75 años entre Israel y Palestina.

El Rey Abdalá II de Jordania y el Presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi exigieron un alto el fuego inmediato y una justa solución para los palestinos. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, reiteró la importancia de poner fin a la ocupación israelí y alcanzar una solución de dos estados.

Mientras tanto, el presidente estadounidense, Joe Biden, que no asistió a la cumbre, reafirmó su compromiso con una solución de dos estados durante su visita a Tel Aviv y expresó su determinación en trabajar hacia la paz.

Los líderes también expresaron su preocupación sobre la evacuación de Gaza por parte de Israel hacia el Sinaí egipcio, temiendo que pueda llevar a un desplazamiento forzado de palestinos. El Rey Abdalá II criticó el "silencio global" en torno a este asunto, calificándolo como un mensaje peligroso.