En la industria -Civac, cementeras, etc.- está empleado el 16%, el salario promedio semanal es de 1,342 pesos. En el comercio -abarroteras, tiendas de autoservicio, etc.- aquí se encuentra el mayor número de trabajadores, el 39%, el salario promedio semanal es de 382 pesos; no está mal escrito, leyó bien, no llega ni siquiera a los cuatrocientos pesos. En el área de servicios –restaurantes, hoteles, turismo, etc.– se emplea el 38%; es el segundo, tanto por el número de empleados como por lo bajo de sus percepciones; el salario promedio semanal es de 670 pesos. En otros sectores –financiero, telecomunicaciones o del gobierno– está el 6%, que son privilegiados y minoritarios; el salario promedio semanal es de 1,890 pesos. Es donde mejor se gana, pero para ingresar en el sector financiero o de telecomunicaciones, exigen “buena presentación”, juventud y ser “blanquito”, mientras que para el gobierno se necesita una “palanca” y en muchas ocasiones, si se es mujer, “acostarse” con el jefe.

En conclusión, la mejor opción para emplearse y en la que mejor se gana; sólo el 6% tiene acceso, porque existen barreras a la entrada: edad, aspecto físico, relaciones y en ocasiones hasta la apariencia racial. La segunda opción es el sector industrial, le sigue el sector servicios y la última, con un sueldo miserable, pero desgraciadamente donde está el mayor número de empleados, es el sector comercial.

Tristemente, el tema del empleo y los salarios nos muestra una realidad tétrica… Mientras tanto, nuestra corrupta e inepta clase política peleándose por el poder. Sigamos por ese camino, a ver a dónde llegamos.

CON 43 AÑOS DE ATRASO, EN 2012 SE QUITARÁ LA TENENCIA

Desde el 2012, con 43 años de atraso se convertirá en realidad lo que debió ser desde 1969: la tenencia desaparece, ya que fue un impuesto aprobado originalmente para sufragar los gastos de infraestructura del mundial de 1968. Sin embargo, el decreto que lo elimina el próximo año, deja a cada entidad de la república en libertad para manejarlo de acuerdo a sus intereses, es decir, pudiera convertirse en un impuesto estatal.

Por su parte, el subsecretario de Ingresos del estado, Óscar Cano Mondragón, declaró “a estas alturas es muy aventurado decir cuál será la posible salida”. Los contribuyentes debemos ser concientes que los 340 millones de pesos que va a dejar de percibir el estado por ese concepto, son necesarios para tener unas finanzas sanas. Pero si la autoridad pretender sustituirlo con un impuesto estatal a los vehículos, sobre todo a los de uso particular, sin ninguna otra modificación, aparte de que dejaría ver un desconocimiento mayúsculo de cómo opera la economía, va ocasionar que los morelenses vayan a sacar sus placas a otros estados donde no haya ese impuesto. Además, en un año de elecciones sería un suicidio político. Esperemos que este tema se resuelva con talento, esfuerzo por parte del gobierno y no de los gobernados.

Una sugerencia, para la autoridad y para los estudiantes de economía, en el caso específico de las placas de transporte público o servicios concesionados, con algunas modificaciones el impuesto sí se puede hacer estatal, ya que este tipo de prestadores no pueden traer placas de otro estado.

ELECCIONES EN GUERRERO

Se exhibieron las miserias de nuestro sistema político, no se respetaron los topes de gasto, abundaron las acusaciones que los dos principales contendientes tienen nexos con el narcotráfico, existieron apoyos millonarios e ilegales de personajes ajenos a la política estatal, llegaron legiones de mapaches especializados en alterar las votaciones, guerra sucia, todo para lograr un objetivo, hacerse del presupuesto del estado y poder robar a manos llenas por seis años.

Estimados lectores, hasta el lunes 14 de febrero; nos tomaremos el puente del 5.