El gobernante durante el trienio 1976-1979, ya en su calidad de presidente del Consejo del Patrimonio Histórico de Cuautla, fue el autor de la iniciativa que el 28 de noviembre de 2012, concluyó con el decreto como zona de Monumentos Históricos a 19 edificios.

El vicepresidente del consejo, Jaime Martínez Rivera, observó que también tuvo una valiosa intervención en el rescate de la estación del tren escénico.

Señaló que “hay varias cosas importantes que hizo en su trayectoria, una de las importantes también fue el rescate de la estación de los patios del ferrocarril, que se hizo mediante la gestión que encabezó y lo acompañaban en ese entonces el cronista Samuel Hernández Beltrán”.

Asimismo, añadió “con el historiador Rafael Chávez Vázquez, se entrevistaron con personalidades del gobierno federal y se consiguió que los patios se conservaran tal cual”.

Luego de la misa en la iglesia de San Diego, uno de los monumentos históricos, le realizaron homenajes por parte de los integrantes del Consejo del Patrimonio Histórico de Cuautla y posteriormente se montó una guardia de honor en la presidencia municipal.

Martínez Rivera estableció que “la muerte de Llera Peña constituye una pérdida irreparable, debido a la labor que desempeñó en vida, durante los años que siguieron a la época en que estuvo a cargo de la presidencia municipal, a finales de la década de los 70”.

Además, atribuyó “la realización del desfile militar del Sitio de Cuautla cada 2 de mayo, e intentar que la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones, reconociera a la ciudad como patrimonio de la humanidad, proyecto que fue rechazado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes del país”.

El delegado de la Secretaría de Desarrollo Social, Jorge Meade, reconoció en Llera Peña “a un hombre que amaba a Cuautla y en cualquier lugar donde se paraba así lo hacía sentir, por ello es una gran pérdida para la ciudad”.

Los restos de Llera Peña fueron llevados al Panteón Municipal de Cuautla, sitio que también alcanzó el beneficio de ser considerado monumento histórico y que está en espera de su rehabilitación, gracias a las gestiones que realizó.