En reunión con el gremio periodístico organizado de Morelos, el ex gobernador de Morelos es preciso al recordar su postura partidista –pertenece al Partido Revolucionario Institucional- pero es cuidadoso cuando al tratarse de gobernar, explica, quien sirve debe ver por los ciudadanos y por el espacio, no por los intereses de los menos.
La oficina del presidente municipal ubicada en el segundo piso del Museo de la Ciudad de Cuernavaca será habilitada como una sala más para las exposiciones; la de cabildo permanecerá pero como exhibición. El espacio está definido como área cultural, como museo, y así será respetado. Comentó que desconoce en dónde ubicará su área de despacho, los cercanos ya le dijeron –bromea- que en el espacio del antiguo Hotel Papagayo “ya no hay lugar”.
Sobre los problemas económicos y financieros que vive el municipio que pronto gobernará, reconoce que solamente tiene la información publicada y comentada en medios de comunicación, así como las denuncias jurídicas que sobre el particular han trascendido. Sin embargo, dijo: “vamos a tener la información” y actuaremos en consecuencia; no perseguiremos a nadie, pero tampoco encubriremos lo que se encuentre”.
Morales Barud reconoce a sus contrincantes en la jornada electoral. Ambos, Marco Manuel Suárez y José Luis Urióstegui, alcanzaron un importante número de votos. En el caso particular, explica que el porcentaje que le llevó al triunfo es de amplio margen y eso lo compromete para cumplir con las expectativas y la confianza depositada en su persona.
Expresó su preocupación y decisión en la búsqueda de recursos federales. El gobierno estatal será recibido –aseguró- con finanzas limitadas; por ello los municipios deberán hacer un esfuerzo directo en el Congreso de la Unión, en ambas cámaras.
En el caso de Cuernavaca –precisa- tiene una calificación de “insolvente”, es decir, no hay institución crediticia que se aventure a apoyarla económicamente. En consecuencia convocará a los integrantes del cabildo a no cobrar los primeros 100 días de ejercicio y será su decisión seguir esta petición; en el caso de los puestos de confianza será un requisito para formar parte de la administración.
Recogió –seguramente como lo hizo en campaña- los señalamientos y apreciaciones de los periodistas asociados. Fue repetitiva la exigencia de poner orden al tema de transporte público, en el entendido de que corresponde al Ayuntamiento los temas de paraderos, bahías, control de velocidad, respeto a las áreas de subir y bajar pasaje; hoy convertidos en una verdadera catástrofe.
El impulso de la construcción de una central camionera está en su proyecto; un espacio que beneficie al área urbana de la capital, Jiutepec, Temixco y Huitzilac. En este tema abordó la importancia que debe darse al turismo y a todo lo que en ese aspecto vincula al municipio.
Será hasta el próximo 1 de enero cuando inicie su gestión; y a partir del 1 de octubre –coincidente con el cambio de gobierno estatal- cuando esté en posibilidades de iniciar el proceso de cambio de poderes en Cuernavaca. Largos cinco meses de espera para arrancar una nueva etapa que urge, por bien de todos, al municipio de la “Eterna Primavera”.
Al Aire
Continúa el plantón permanente de los maestros jubilados. Su decisión es patente; la organización y la solidaridad entre ellos se siente.
Cada día son más los participantes en los diferentes bloqueos que desarrollan en la ciudad de Cuernavaca; el caos vehicular y el daño a negocios es grave.
La presentación de la controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y su aceptación en el máximo tribunal del país, ha de tomar un considerable tiempo para su análisis y resolución; tan sólo en términos legales, correrán meses para saber de la resolución de los ministros. Mientras tanto ¿los maestros jubilados ahí estarán apostados? ¿Las autoridades tendrán la tolerancia para mantener la calma ante la presión? ¿La sociedad y los empresarios soportarán los daños causados?
Faltan escasos 41 días para el cambio de estafeta estatal; pocos para la administración saliente pero demasiados para los maestros jubilados que no conocen del tiempo en que llegará una definición de la Corte. Pocos para el arranque del próximo gobierno, pero muchos para los habitantes, empresarios y visitantes, que padecen del ambiente de tensión que este tema ha causado.
Lo único que deseamos es que en lo que se concluye y se sabe del resultado jurídico, o en su caso del cauce que el Ejecutivo decida sobre el particular, haya paz, tranquilidad, tolerancia e inteligencia.