Dijo que por lo regular es en la etapa preescolar cuando se detectan los primeros síntomas de este trastorno, el cual es confundido con sordera, lo que retrasa su diagnóstico. Es por ello que es recomendable llevar periódicamente a revisión a los menores de edad con un especialista en psicología que podrá establecer el diagnóstico preciso.

Benítez Robledo refirió que el autismo es un trastorno mental ocasionado por diversas alteraciones neurobiológicas que impiden la interacción social de quienes lo padecen. Éstas se manifiestan porque los niños son incapaces de relacionarse con los demás, su capacidad del habla y gestos para comunicarse es limitada, tienen comportamientos y actividades típicas y repetitivas.

Los principales signos y síntomas se reflejan en la psicomotricidad fina de sus hijos, es decir, que sus movimientos tengan concordancia entre lo que piensan y lo que hacen. “Por ejemplo, tomar las tijeras para cortar papel y brincar, entre otros ejercicios.”

También se debe prestar atención a otros síntomas como escasa capacidad para imitar o compartir, para sonreír; “se muestran distantes y pasivos, evitan el contacto social, tienen dificultad para comprender el lenguaje verbal y los gestos o identificar el tono de voz; tienen frecuentes fallas en la interpretación”.

El especialista del IMSS agregó que a los niños autistas les cuesta trabajo captar o apreciar los sentimientos de los demás, así como los matices que se le da a la comunicación social y no pueden interpretar si otra persona está triste o alegre.

Por último, recomendó acudir al Departamento de Psicología del IMSS a recibir atención profesional a fin de atender adecuadamente este padecimiento entre los niños.