En la Caminata por la Paz, en la que participaron miles de ciudadanos de los municipios de la región oriente de Morelos, el obispo Ramón Castro hizo un llamado a grupos de la delincuencia a deponer las armas.
Cuautla. - Miles de personas de los municipios de la región oriente de Morelos participaron en la Caminata por la Paz, liderada por el obispo de la Diócesis de Cuernavaca y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Castro Castro. El recorrido, que inició en el parque de Cuautlixco y culminó en la Unidad Deportiva, tras transitar por la avenida Reforma, reunió a la comunidad en un clamor por la seguridad y la justicia en una de las zonas más afectadas por la violencia en el estado.
Feligreses de los municipios de Hueyapan, Tetela del Volcán, Ocuituco, Yecapixtla, Atlatlahucan, Totolapan, Tlayacapan, Cuautla, Ayala, Zacualpan de Amilpas, Temoac, Jantetelco, Tepalcingo, Axochiapan y de otros municipios de Morelos se unieron al clamor por un alto a la violencia e inseguridad.
En su mensaje, el obispo Castro hizo un enérgico llamado a los miembros del crimen organizado para que depongan las armas y regresen a la comunidad de la que se han alejado. Con un tono pastoral, expresó su cercanía con el sufrimiento del pueblo, destacando que los pastores de la Iglesia comparten el dolor, la angustia y la impotencia ante el crimen organizado, la inseguridad, la corrupción y la impunidad. Subrayó la gravedad de la situación en Cuautla, uno de los municipios más inseguros de Morelos, donde los delitos de alto impacto y las extorsiones afectan profundamente a la población.
El obispo señaló las alarmantes “cifras negras” de la delincuencia, indicando que el 92% de los delitos no son denunciados, lo que refleja la magnitud del problema. Denunció el cobro de “derecho de piso” y la extorsión que agobian a campesinos, ganaderos, comerciantes y profesionales, quienes se ven obligados a entregar el fruto de su trabajo a delincuentes. “Morelos está herido”, afirmó, exhortando a los servidores públicos a actuar con sabiduría para garantizar la seguridad y el desarrollo de la región.
Tras hacer un llamado al pueblo de Morelos a no tener miedo, los convocó a poner en marcha acciones para lograr la paz. Para ello, el obispo informó que la imagen de la Virgen de Guadalupe comenzará un peregrinaje por la región oriente, permaneciendo en Cuautla hasta 2027. Esta iniciativa busca llevar un mensaje de esperanza y unidad a una zona marcada por la violencia. Además, destacó que la paz es un antídoto contra el miedo y la violencia, y que ésta comienza en el corazón de cada persona, promoviendo una cultura de paz basada en la caridad cristiana y el respeto por la vida.
Castro enfatizó el papel de la familia como núcleo fundamental para la construcción de la paz, describiéndola como la “cuna de la vida” donde se aprenden los valores esenciales. Hizo un llamado a revitalizar la conciencia y el corazón de los fieles, promoviendo el nuevo plan diocesano de pastoral como una herramienta para enfrentar los desafíos actuales. Instó a la comunidad a no tener miedo y a actuar con gestos, pensamientos y un lenguaje de paz, educando a las nuevas generaciones en la legalidad.
Finalmente, el obispo dirigió un mensaje directo a los involucrados en el crimen organizado, invitándolos a abandonar la violencia y reintegrarse a la comunidad. “El dinero sucio corrompe y genera muerte”, advirtió, recordándoles que la Iglesia siempre estará dispuesta a acogerlos como una madre y un padre que celebra el retorno de sus hijos. Con un llamado a la unidad, concluyó exhortando a todos a ser protagonistas de una nueva historia de esperanza y justicia para Morelos.