Docentes imparten clases en vía pública en la comunidad de El Caracol, en Yautepec.

Maestros y estudiantes del preescolar “Ramiro Quintero Bahena” tomaron  clases en la vía pública, en la comunidad de El Caracol, municipio de Yautepec, en protesta porque las autoridades no han cumplido con la reconstrucción de las bardas que están en riesgo de colapsar desde el sismo del 2017.  

Cerca de sesenta alumnos junto con sus docentes y padres de familia se manifestaron de esta manera en dicha población para llamar la atención de las autoridades estatales y federales, pues a pesar de que se han comprometido a atender esta petición de obras, no se ha concretado y el riesgo es latente.  

Priscila Raquel Carreón Herrera, directora del plantel, dijo que lamentablemente la orden de las autoridades es que este lunes se reanuden las clases presenciales en todos los grupos, pero su plantel no está en condiciones.  

Dijo que no se trata de acciones por la afectación por la pandemia, sino por los daños que tiene la escuela desde el temblor del 2017, aunque la obra de reconstrucción de las bardas estaba programada desde hace casi un lustro.  

Explicó que los salones están en buenas condiciones, pero el riesgo para los sesenta alumnos está presente porque las bardas perimetrales están dañadas y el plantel es pequeño.

Los estudiantes están en peligro, por más que se les pida que no se acerquen, al igual que las educadoras y demás personal que trabaja en ese centro escolar.  

Comentó que el Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) se comprometió otra vez en que sí se hará la obra, pero hasta el mes de julio, durante las vacaciones de verano y sólo van a rehabilitar no a reconstruir las bardas, porque la instrucción de los mandos superiores dice que no hay peligro que regresen a clases, pero entonces, advirtió que la responsabilidad de cualquier accidente recaería sobre esos funcionarios.  

Los padres de familia comentaron que habían estado trabajando en la casa ejidal, pero con las lluvias que se han presentado se quedaron sin lugar para laborar. Aseveraron que no están dispuestos a seguir poniendo en peligro la vida de sus hijas e hijos y analizan realizar más acciones de protesta.