Las fiestas decembrinas suelen dejar recuerdos tanto agradables como polémicos, y la posada de Ko’ox en Campeche es un ejemplo reciente de ello. Lo que iba a ser un evento de convivencia se convirtió en un zafarrancho entre un invitado y el comediante contratado para amenizar la velada.
El incidente ocurrió mientras los asistentes —choferes, personal administrativo y otros empleados— disfrutaban de la comida, la música y el espectáculo del Payaso Pirruchis, contratado por Movibus para entretener al público adulto.
Todo marchaba con normalidad hasta que un invitado realizó un comentario ofensivo dirigido a la esposa del comediante. Pirruchis, acostumbrado a bromas subidas de tono, perdió la calma al considerar que su familia no debía ser objeto de burlas, y se lanzó a los golpes contra el hombre, identificado como chofer del sistema Ko’ox, que presuntamente estaba en estado de ebriedad.
Jajajaja que buenos putazos le puso el Payaso Pichurris a ese pinche teporochito.
— Mac Tonight (@CaptainMauV) December 22, 2025
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El altercado fue grabado por varios asistentes y rápidamente comenzó a circular en redes sociales. La posada tuvo que ser interrumpida mientras testigos intervenían para separar a los involucrados.
Más tarde, Pirruchis ofreció una transmisión en vivo para explicar lo ocurrido. Aclaró que no había consumido alcohol debido a un cuadro de gastritis y que acepta bromas pesadas sobre su trabajo, pero que su familia no debía ser involucrada.
“Conmigo pueden decir lo que sea, es parte del show, pero con mi esposa no”, aseguró el comediante.
El video desató un amplio debate en línea. Algunos usuarios respaldan al payaso por defender a su familia, mientras otros critican su reacción y consideran que como figura pública debería mantener el control emocional durante su labor.
La polémica plantea la pregunta: ¿Actuó correctamente Pirruchis al defender a su esposa o excedió los límites de la violencia en su trabajo?
