Una familia conformada por un padre, su esposa embarazada y su bebé vivió un momento incómodo en un hotel de Acapulco, luego de que el personal del establecimiento les impidiera ingresar alimentos comprados fuera, obligándolos a cenar en la calle.

En un video viral, el padre relató su frustración:

“Mi esposa embarazada, el bebé dormido... jamás nos había pasado algo así en ningún hotel”, comentó, describiendo el estrés que generó la situación.

El caso provocó un intenso debate en redes, con más de un millón de reproducciones. Algunos usuarios defendieron la política del hotel, que busca mantener limpieza y seguridad alimentaria; otros criticaron la falta de flexibilidad, sobre todo considerando la condición de la mujer y la presencia del bebé.

En su sección de Preguntas Frecuentes, el hotel aclara que:
"No se permite ingresar alimentos o bebidas externas, pero nuestras instalaciones cuentan con todo tipo de servicios de alimentos y bebidas".

Aunque la norma aplica a todos los huéspedes, genera inconvenientes fuera de horarios de restaurante o para quienes tienen necesidades especiales. La familia finalmente consumió su comida afuera, mientras la publicación reflejaba tanto indignación como apoyo a la política del establecimiento.

Tras el incidente, el hotel ofreció disculpas públicas. Según el padre afectado:

“El gerente vino personalmente a pedirnos disculpas. Creo que fueron sinceras y reconocieron que pudieron manejar la situación de mejor manera. Espero que esto les ayude a mejorar su servicio en el futuro”.

Este caso evidencia la tensión entre normas estrictas de hoteles y situaciones especiales de los huéspedes, recordando la importancia de la flexibilidad y la empatía en el servicio al cliente.