El influencer Insulini relató que la aeronave no pudo descender debido a ráfagas de viento que los alejaron kilómetros de su punto de partida.

El Festival Internacional del Globo, que cada año se celebra en León, Guanajuato, atrae a miles de visitantes deseosos de presenciar decenas de aeronaves elevarse al amanecer. Sin embargo, para Insulini y su madre, la edición más reciente tomó un rumbo inesperado cuando el globo en el que viajaban fue arrastrado por fuertes corrientes de viento, impidiendo un aterrizaje oportuno.

El creador de contenido, conocido por sus videos y presentaciones improvisadas en redes sociales, contó que fueron invitados por la empresa Primera Plus para disfrutar del recorrido. Al inicio, la experiencia parecía transcurrir sin contratiempos, ya que su tripulación fue de las primeras en elevarse para observar la salida del sol. No obstante, la situación cambió cuando el viento los desplazó cada vez más lejos del área principal del festival.

Según relató, la imposibilidad de dirigir un globo aerostático complicó la maniobra de descenso, pues estas aeronaves dependen por completo del comportamiento del viento. Con combustible limitado y más de dos horas sobrevolando terrenos desconocidos, la prioridad del piloto fue encontrar un lugar seguro para aterrizar, aunque ello significara alejarse aún más de la ciudad.

El influencer mencionó que las ráfagas los llevaron a extensiones de campo abierto sin caminos visibles ni personal cercano que pudiera brindar apoyo inmediato. Finalmente, la tripulación descendió en un sembradío ubicado a varios kilómetros del área urbana.

Tras tocar tierra, algunos habitantes se acercaron para preguntar qué había sucedido. Fue entonces cuando descubrieron que ya no estaban en Guanajuato, sino en La Primavera, comunidad del estado de Jalisco. Aunque el aterrizaje fue seguro, los pasajeros tuvieron que esperar asistencia debido a la ausencia de unidades de rescate cercanas y a la limitada señal de comunicación.

De acuerdo con Insulini, el personal de Primera Plus se movilizó hasta el lugar y los trasladó de regreso a León en camionetas. Aunque no precisó cuánto tiempo permanecieron en la zona, aseguró que todos resultaron ilesos y que la experiencia, a pesar de la tensión, quedó como una anécdota memorable dentro del festival.