Una historia que ha conmovido a millones en redes sociales muestra cómo una mariposa monarca, que había perdido una de sus alas, volvió a volar gracias a una cirugía realizada en el Sweetbriar Nature Center, en Long Island, Nueva York. El delicado procedimiento, en el que se implantó un ala de otra mariposa fallecida, fue encabezado por la especialista Janine Bendicksen, directora de rehabilitación de vida silvestre del centro.
El caso, difundido por Daily Mail y CBS News, rápidamente se volvió viral por la precisión y dedicación del equipo que logró devolverle la movilidad a un ser tan frágil.
Una segunda oportunidad para volar
La mariposa fue hallada en estado crítico por Dagmar Hoffdavis, quien la llevó al centro de rehabilitación tras notar que no podía levantar vuelo. Al revisarla, los expertos detectaron que el ala estaba rota y deformada, lo que hacía imposible su supervivencia.
Inspirada en técnicas de entomología, Bendicksen buscó entre ejemplares fallecidos un ala en buen estado para realizar un injerto compatible.
La cirugía de cinco horas
El procedimiento, que duró cerca de cinco horas, requirió extrema precisión y materiales poco convencionales: cemento de contacto, almidón de maíz y un diminuto alambre para estabilizar el ala. Según explicó la especialista, la mariposa no sintió dolor, pues las alas carecen de terminaciones nerviosas y flujo sanguíneo.
“Fue un trabajo de paciencia y delicadeza, pero el resultado fue increíble”, afirmó Bendicksen.
El vuelo que emocionó al mundo
El centro compartió en redes sociales el momento en que la mariposa recuperada mueve sus alas y logra volar nuevamente. El video, grabado en los jardines del refugio, ha sido visto por miles de personas que celebran el gesto de compasión y el poder de la ciencia.
El objetivo, explicó el equipo, era darle una nueva oportunidad para continuar su migración hacia México, como parte del ciclo natural de esta especie.
Una especie en peligro
La mariposa monarca (Danaus plexippus) es una de las especies más emblemáticas de América del Norte, pero también una de las más amenazadas. De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), su población se redujo hasta un 72% entre 2012 y 2022 debido a la pérdida de hábitat y a la desaparición del algodoncillo, su planta base.
Bendicksen afirmó que ha recibido mensajes de especialistas de distintos países interesados en replicar la técnica, incluyendo Costa Rica, Minnesota y California.
Un símbolo de esperanza
El video no solo muestra el poder de la ciencia y la empatía, sino que también recuerda la importancia de proteger a las especies migratorias que conectan ecosistemas en todo el continente.