Lo que parecía un momento idílico frente al mar terminó convirtiéndose en una experiencia desagradable para la influencer y kitesurfista Michelle Sky Hayward, quien se volvió viral tras compartir un video en el que se la ve nadando felizmente entre lo que creyó era espuma marina… sin saber que en realidad se trataba de aguas residuales.
La también embajadora de GoPro compartió en redes sociales un clip grabado en una playa de Ciudad del Cabo, Sudáfrica. En él, aparece sonriendo, chapoteando entre burbujas blancas y elogiando lo “linda” que se veía la espuma. Incluso bromeó al probar un poco que le cayó en la boca: “Está salada”, dijo sin saber lo que era realmente.
Espuma sospechosa: el mar tenía otra historia
Horas más tarde, y tras la difusión del video, usuarios informaron que la zona donde Michelle nadó es conocida por recibir descargas del sistema de alcantarillado. Esa espuma “marina” en realidad era producto de aguas negras: una mezcla de residuos fecales y químicos que, al entrar en contacto con el movimiento del mar, forman una espuma blanca engañosa a simple vista, pero altamente contaminada.
El hecho, que en principio parecía una anécdota divertida, pronto se convirtió en motivo de preocupación y debate en redes sociales, donde algunos reaccionaron con memes, mientras otros aprovecharon para alertar sobre la falta de información turística y los problemas de saneamiento en playas urbanas.
Una lección entre likes y salud pública
Aunque Michelle no ha reportado síntomas tras su baño, el video se ha viralizado como ejemplo de lo que no se debe hacer por generar contenido en redes sociales. Más allá del incidente, muchos usuarios lo han tomado como una advertencia para investigar el estado del mar antes de entrar, especialmente en zonas donde existen descargas al océano.
La propia influencer, tras conocer lo ocurrido, recomendó a sus seguidores buscar “playas con bandera azul” —una certificación internacional que garantiza limpieza y seguridad— y, sobre todo, verificar de dónde proviene la espuma antes de lanzarse al agua.
Lo que comenzó como un momento “auténtico” para compartir con su audiencia, terminó dejando una enseñanza inesperada sobre la importancia de informarse antes de disfrutar de un día en el mar.