En plena temporada de lluvias, una panadería de San Pedro Cholula, Puebla, ha captado la atención de locales y turistas con una propuesta innovadora: la Tlaloconcha, un pan dulce que rinde tributo al dios mexica de la lluvia, Tláloc.
Elaborada por los panaderos de La Herencia JD, esta concha mantiene la esencia del pan tradicional mexicano, pero destaca por su original diseño prehispánico y un relleno de guayaba, fruta típica en la repostería nacional por su sabor dulce y aroma reconfortante. La decoración simula los rasgos característicos de Tláloc, con colores vivos y formas inspiradas en la iconografía mexica.
La Herencia JD es reconocida por su creatividad en la panificación. En sus vitrinas han desfilado desde panes con formas de animales o criaturas fantásticas hasta figuras que representan personajes públicos. Esta propuesta ha convertido al pequeño negocio en un referente de innovación dentro del mundo del pan artesanal.
La Tlaloconcha, que se vende por $30 pesos, ha sido un éxito. Su popularidad no solo ha atraído a comensales locales, sino también a visitantes que viajan a Cholula específicamente para probarla. En redes sociales, las imágenes de este pan han ganado gran difusión, con elogios por su presentación y sabor.
Aunque la personalización del pan dulce no es nueva, esta tendencia ha cobrado fuerza en los últimos años. Cada vez más panaderías adaptan sus productos a fechas especiales o personajes emblemáticos, buscando conectar con consumidores a través de experiencias únicas, tanto visuales como emocionales.
Mientras Tláloc descarga tormentas desde el cielo, en tierra firme la Tlaloconcha se posiciona como el pan ideal para acompañar una tarde lluviosa. Un ejemplo más de cómo la cultura mexicana sigue reinventándose en cada rincón, incluso en una concha rellena.