En los últimos días, la canción “Crazy” de Gnarls Barkley se ha viralizado rápidamente en TikTok con una tendencia donde las personas cuentan experiencias de cosas que han hecho por sus 'crush'; estas situaciones pueden ser extrañas o curiosas.

A través de TikTok, Isabelle Lure (@isabelle_lure) compartió cómo hace tiempo le gustó un hombre que resultaba ser alguien sumamente inteligente. Para poder conectar y ligar con él, utilizó la inteligencia artificial de ChatGPT.

ChatGPT es ampliamente utilizado por ser un sistema de IA desarrollado por OpenAI que sirve para mantener conversaciones y responder preguntas de forma coherente y natural. Isabelle pone en contexto a la inteligencia artificial, con la indicación: “estoy conociendo a un hombre de 33 años, con un lenguaje complejo, muy culto e inteligente.” Finalmente, le solicita a ChatGPT fundamentar sobre un concepto que la haga ver “culta e inteligente,” además de sostener un lenguaje técnico y avanzado.

El video alcanzó 1.5 millones de reproducciones en TikTok y recibió cientos de comentarios, donde muchos usuarios aseguraban que ya han utilizado la inteligencia artificial para ligar.

Entre los comentarios se destacaban frases como: “Le mandé ese mensaje, ¿qué opinas?”, “La IA es peligrosa,” y “Le pedí ayuda a ChatGPT para ligar.”

@isabelle_lure JAJAJAJAJAJA no dejé ni a CHATGPT 🤓 #fyp #irememberwhen #ilostmymind #trend #crush #imjustagirl ♬ Gnarls Barkley Crazy Stephen Kramer Glickman - Gustavo Rocque

Reflexión sobre el uso de IA en la vida cotidiana

El caso de Isabelle Lure abre una reflexión interesante sobre el uso de la inteligencia artificial en la vida cotidiana, especialmente en situaciones sociales y personales. Si bien ChatGPT y otras IAs pueden ser herramientas poderosas para mejorar nuestras interacciones, también es importante considerar las implicaciones éticas y emocionales de depender de una máquina para establecer conexiones humanas.

El éxito del video de Isabelle en TikTok demuestra cómo las nuevas tecnologías pueden integrarse de manera creativa en nuestras vidas, pero también plantea preguntas sobre la autenticidad y la dependencia tecnológica en nuestras relaciones interpersonales.