Las campañas nacionales, conforme se acerque el día del proceso definitorio, habrán de cerrarse en porcentajes de preferencia del voto. Habrán de influir errores, ataques, debates, tropiezos y nuevos escándalos que seguramente los candidatos y equipos de campaña han de cometer o protagonizar.

De alcanzar el triunfo, Enrique Peña Nieto puede asegurarse el arribo del candidato Orihuela Trejo a palacio de gobierno, sin embargo, falta saber, quien entre Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador, quedará en segundo lugar y con qué margen. Si el esquema privilegia a la panista, Amado estará “cincho”, pero en caso de que AMLO se ubique en segundo en la batalla, entonces las cuentas no serán tan sencillas.

López Obrador venció a Felipe Calderón Hinojosa en Morelos en 2006, con una diferencia mayor a los 100 mil votos, cantidad enorme y que pudiera elevarse de alcanzar el segundo lugar en las preferencias electorales en este 2012. Si Peña Nieto, aunque conquiste la presidencia de la República, es seguido por el político tabasqueño, podría afectar y dañar las aspiraciones del candidato priista en Morelos.

Los pilotos

En auto fórmula uno pero sin experiencia en su manejo, en automóvil normal pero con maestría, cualquiera pudiera llegar triunfante. Muchos factores y hasta la suerte podría darse en esa carrera. Accidentes o falta de pericia podrían hacer fallar al potente vehículo; destreza, constancia y precaución, harían llegar a la meta al lento automóvil.

Así se ve, desde las gradas, a Amado Orihuela frente a Graco Ramírez Garrido. Sin tendencias ni favoritismos –no nos corresponde ese papel ni el cruce de apuestas- debe ser uno frío en esa perspectiva.

PRI tiene y es un gran automotor; ha recorrido todas, ganado las más, pedido las menos, muchas veces con varios pilotos y muchos equipos. PRD e izquierdas traen campeón en varias competencias, pero el auto no es el mejor del mercado.

Ahora bien, el coche panista con Adrián al volante podría acelerar. Se ve distante y lento; pero en estos casos no se sabe. Puede estar “tocado” el coche y sorprender, aunque el combustible que le abastecen a nivel nacional como que no promete mucho.