Antes de desparasitar a tu mascota, es importante considerar factores como su edad, raza, estilo de vida y el entorno donde vive, ya que estos determinan la frecuencia y el tipo de tratamiento necesario.

La desparasitación es clave para mantener la salud de perros y gatos. No solo previene infecciones y enfermedades, sino que también evita la transmisión de parásitos a otros animales y personas.

Este cuidado debe contemplar tanto la desparasitación interna como externa. Entre los parásitos externos más comunes se encuentran pulgas, garrapatas y ácaros, que viven en el pelaje y se alimentan de la sangre, causando irritación y molestias en la piel.

En cuanto a los parásitos internos, destacan lombrices, tenias, giardias y coccidias, que se alojan en el intestino y pueden provocar diarrea, vómitos, pérdida de peso y anemia. Estos parásitos suelen pasar desapercibidos hasta que generan síntomas más graves.

Frecuencia recomendada según la edad

De acuerdo con la clínica veterinaria ESVET Especialidades Veterinarias, los cachorros deben desparasitarse internamente una vez al mes hasta los seis meses. Al alcanzar la adultez, con un sistema inmunológico más fuerte, la desparasitación interna puede realizarse cada tres meses, es decir, cuatro veces al año. La desparasitación externa, por su parte, se recomienda cada mes o cada cuatro a ocho semanas.

En los gatos, la desparasitación interna debe iniciarse entre la segunda y tercera semana de vida, repitiéndose cada 15 días hasta los seis meses. Posteriormente, se realizará cada tres meses. La desparasitación externa puede iniciarse después de las ocho semanas, con refuerzos mensuales para mantener su eficacia.

Cuidar el calendario de desparasitación garantiza la salud de tu compañero, previene enfermedades y protege a toda la familia de posibles contagios.