En México, el aceite de oliva se ha convertido en un básico de la cocina gracias a sus múltiples beneficios. Sin embargo, aunque cada vez más personas lo utilizan en ensaladas, aderezos y diversos platillos, pocos saben cómo almacenarlo correctamente para aprovechar al máximo su calidad.
Expertos en Denominación de Origen Estepa comparten recomendaciones para que este ingrediente conserve sus propiedades y sabor por más tiempo.
El aceite de oliva se obtiene a partir de aceitunas maduras, mediante un proceso mecánico que separa el “jugo” del fruto de su concentración oleosa. Su popularidad ha crecido en los últimos años debido a su contenido de antioxidantes y ácidos grasos monoinsaturados, reconocidos por ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares.
De acuerdo con especialistas, la clave está en la calidad: el aceite de oliva extra virgen siempre será superior al común, tanto en aroma como en beneficios. Aunque no caduca como tal, sí puede perder propiedades y alterar su sabor si no se conserva adecuadamente.
Consejos para guardarlo correctamente
Lejos de la luz: evita recipientes traslúcidos, pues la exposición acelera la oxidación.
Envase bien cerrado: el contacto con el oxígeno deteriora el producto; lo mejor es un frasco con tapa hermética.
Alejado del calor: no lo coloques cerca del fuego ni lo uses para freír, ya que las altas temperaturas modifican su textura y sabor.
Sin frío ni humedad: las bajas temperaturas generan condensación dentro del envase y afectan su calidad.
Con estas sencillas prácticas, el aceite de oliva mantendrá frescura y propiedades por mucho más tiempo. Y recuerda: un aceite bien cuidado conserva más beneficios que uno rancio.