Factores como el viento, el sol y la baja humedad pueden afectar la salud de los labios, generando incomodidad, irritación e incluso dolor. En casos más graves, esta condición puede evolucionar en queilitis, una inflamación persistente acompañada de descamación.
La queilitis puede deberse a diversas causas, como dermatitis, exposición prolongada al sol o hábitos dañinos como morder, succionar o humedecer los labios constantemente. Existen varios tipos, entre los que destacan:
- Queilitis exfoliativa: Es una de las más frecuentes y se manifiesta con inflamación, endurecimiento y descamación intensa, lo que vuelve los labios extremadamente sensibles, al punto de lucir en carne viva.
- Queilitis actínica: Asociada con daño solar acumulado, esta variante provoca engrosamiento, aspereza y úlceras. Es más común en personas mayores o con exposición prolongada al sol, y se considera una lesión precancerosa, lo que implica un mayor riesgo de desarrollar cáncer de labio.
¿Cómo prevenir la resequedad labial?
Para evitar complicaciones y mantener la piel de los labios en buen estado, es importante adoptar hábitos sencillos pero efectivos:
1._ Mantén una buena hidratación: Bebe al menos dos litros de agua al día para asegurar la hidratación del cuerpo y de los labios.
2._ Protege del sol: Usa protector labial con un alto factor de protección solar, especialmente si estás expuesto por largos periodos.
3._ Usa bálsamos hidratantes: Prefiere aquellos con ingredientes como vaselina, manteca de karité, aceite de coco o vitamina E.
4._ Evita lamerte los labios: La saliva puede empeorar la resequedad. En lugar de eso, recurre a un bálsamo hidratante.
5._ No utilices productos irritantes: Elige labiales sin mentol, alcanfor o fragancias fuertes que podrían causar reacciones alérgicas.
6._ Humidifica tu entorno: Si el aire es muy seco, usar un humidificador puede marcar la diferencia.
7._ Protege en climas extremos: Cubre tu boca con bufandas o pañuelos para evitar el daño del frío o el viento.
8._ Exfolia con suavidad: Con un cepillo de dientes limpio, masajea los labios en movimientos circulares y aplica un bálsamo al finalizar.
Adoptar estas medidas no solo previene la resequedad, sino que también contribuye a mantener unos labios saludables, suaves y protegidos todo el año.