Si llevas tiempo entrenando tus brazos sin ver los resultados que esperas, podrías estar cometiendo errores clave en tu rutina. El Dr. Mike Israetel, científico del ejercicio, advierte que muchas personas no solo entrenan con técnicas ineficaces, sino que también siguen mitos antiguos que limitan su desarrollo muscular. Aquí te explicamos los cinco errores más comunes que podrían estar saboteando tus ganancias:
1. El “día de brazos” no es necesario
El clásico día exclusivo para bíceps y tríceps no aporta beneficios reales y puede afectar la recuperación muscular. Israetel explica que los bíceps se recuperan más rápido que los tríceps, por lo que entrenarlos juntos puede hacer que uno de los dos músculos reciba menos trabajo del necesario. En lugar de eso, sugiere repartir el entrenamiento de brazos a lo largo de la semana.
2. Usar siempre el mismo rango de repeticiones
Estancarse en series de 8 a 12 repeticiones puede frenar el crecimiento. El Dr. Israetel recomienda variar: desde series cortas de 5 repeticiones hasta largas de 30, siempre buscando el esfuerzo adecuado. Cambiar el rango estimula el crecimiento muscular al atacar fibras diferentes.
3. No aprovechar el estiramiento completo
Muchos evitan el rango completo de movimiento en ejercicios como extensiones o curls. Israetel señala que los ejercicios que maximizan el estiramiento, como los curls con mancuernas en banco inclinado, son mucho más efectivos para lograr una mayor congestión y crecimiento del músculo.
4. Entrenar brazos solo una vez por semana
Para aumentar masa muscular en los brazos, una sola sesión semanal suele ser insuficiente. El experto recomienda trabajar los bíceps entre tres y cuatro veces por semana, y los tríceps al menos dos o tres, siempre respetando los tiempos de recuperación.
5. Ignorar los antebrazos
Los antebrazos son esenciales para lograr un aspecto completo. Israetel aconseja incluir de tres a seis series de curls específicos para antebrazo varias veces por semana. Además de mejorar el tamaño del brazo, fortalecen el agarre y la estabilidad en otros ejercicios.
Una rutina inteligente y bien distribuida, que incluya variedad, estiramiento completo y atención a todos los músculos del brazo, es clave para lograr resultados reales. El cambio no está solo en trabajar más, sino en entrenar mejor.