Sorprende a tu familia con un bizcocho delicioso, de textura ligera y sabor dulce. Solo necesitas cinco ingredientes para prepararlo y el resultado será un pastel irresistible, ideal para cualquier momento del día.
Aunque la leche condensada suele usarse en dulces, frutas o como acompañamiento de postres, también puede ser el elemento principal en una receta tan sencilla como sabrosa. Si disfrutas hornear en casa y quieres algo fácil pero delicioso, este bizcocho con leche condensada se convertirá en uno de tus favoritos.
Este pastel se caracteriza por su suavidad, su miga aireada y su gran humedad, cualidades que aporta la leche condensada. Una vez horneado y frío, es perfecto para compartir con una taza de café, como postre luego de comer o simplemente para consentirte con algo dulce.
Al incluir leche condensada, la textura que se consigue es muy suave, casi se deshace al morderlo, y su consistencia es tan rica que difícilmente querrás compartir. Lo mejor es que puedes hacerlo con lo que tienes en casa, ya que solo requiere cinco ingredientes y es ideal para cualquier ocasión.
Ingredientes:
- 400 g de leche condensada
- 50 g de mantequilla derretida
- 4 huevos medianos
- 150 g de harina de trigo
- 1 cucharada de levadura química (polvo para hornear)
Instrucciones:
1._ Precalienta el horno a 180 °C.
2._ Bate la leche condensada con los huevos, incorporándolos uno por uno.
3._ Agrega la mantequilla derretida y mezcla hasta que se integre por completo.
4._ En otro bol, combina la harina con el polvo de hornear.
5._ Incorpora esta mezcla seca a la preparación anterior, batiendo hasta eliminar los grumos.
6._ Vierte la masa en un molde engrasado y espolvoreado con harina.
7._ Hornea durante 45 minutos.
8._ Deja enfriar antes de desmoldar y servir.
Un consejo importante es batir bien cada huevo antes de añadir el siguiente. Así se asegura una mezcla uniforme y sin grumos. Además, se recomienda tamizar la harina con el polvo de hornear para lograr una textura aún más fina.
No excedas el tiempo de horneado, ya que podrías resecar el bizcocho. Para saber si está en su punto, introduce un palillo en el centro: si sale limpio, es señal de que está perfectamente cocido y listo para disfrutar.
