Eliminar el mal olor de los tuppers es una consulta frecuente entre quienes los utilizan para almacenar alimentos. Muchas veces, se olvida su contenido y, al abrirlos, el aroma desagradable puede afectar la calidad e incluso el sabor de los nuevos alimentos que se quieran guardar.
Aunque parezca un inconveniente menor, los olores persistentes pueden arruinar la experiencia de conservar o consumir comida. Por eso, es importante conocer métodos efectivos y sencillos para resolverlo sin dañar los recipientes.
¿Cómo eliminar el olor desagradable de los tuppers?
Cada persona tiene sus propias técnicas para eliminar los malos olores. Algunas son efectivas, otras más complicadas. Aquí te compartimos los métodos más simples y confiables:
Bicarbonato con agua caliente: llena el recipiente con agua caliente y añade una cucharada de bicarbonato. Déjalo reposar por varias horas o durante la noche. Este ingrediente neutraliza olores y remueve residuos invisibles que el plástico absorbe.
Luz solar: coloca el tupper destapado al sol durante un par de horas. La exposición a la luz solar actúa como desodorante natural. Sin embargo, evita dejarlo demasiado tiempo, ya que el calor excesivo puede deformar el plástico.
Vinagre blanco: llena el tupper con vinagre y déjalo actuar al menos 15 minutos. Luego enjuágalo bien. Su acidez elimina bacterias responsables del mal olor y, al secarse, no deja residuos ni sabores.
Café seco o carbón activado: si el recipiente ya está limpio pero sigue oliendo mal, pon dentro una cucharada de café molido seco o un trozo de carbón activado. Ciérralo y deja reposar toda la noche. Ambos ingredientes absorben olores sin necesidad de líquidos.
Papel periódico: en tuppers secos, introduce bolas de papel periódico arrugado. Déjalo cerrado varias horas. Este método ayuda a absorber olores fuertes, como los que dejan salsas o ajo. Luego, lava de forma habitual.
¿Por qué los tuppers retienen olores?
Este problema es más común de lo que parece y responde a varios factores. Muchos recipientes están hechos con plásticos porosos, lo que significa que pueden absorber aceites, vapores y compuestos aromáticos, sobre todo si se almacenan alimentos calientes o por largos periodos.
El calor combinado con la grasa ablanda el plástico, lo que facilita la penetración de residuos. Además, el uso constante sin una limpieza profunda permite que partículas invisibles se acumulen y generen bacterias causantes de olores desagradables.
Otra razón es guardar los tuppers cuando aún están húmedos. La humedad atrapada propicia la aparición de moho o bacterias, responsables de los peores aromas.
También es recomendable evitar guardar ingredientes de olor fuerte como cebolla, pescado o curry, ya que sus compuestos se adhieren fácilmente al material plástico.
Finalmente, los tuppers viejos, con rayaduras o manchas, son más propensos a conservar olores. Estas imperfecciones actúan como refugio para residuos que el lavado habitual no logra eliminar.