Las altas temperaturas pueden arruinar tu descanso nocturno, hacerte sudar y provocar que despiertes agotado. Si no tienes aire acondicionado o prefieres evitarlo, hay formas simples, prácticas y económicas para mantenerte fresco mientras duermes. Aquí te compartimos cinco estrategias efectivas para combatir el calor desde la primera noche.
1. Optimiza tu espacio y postura para dormir más fresco
Dormir en una habitación mal ventilada o con objetos que retienen calor puede dificultar el sueño. Además, la postura influye en cómo el cuerpo regula su temperatura.
Recomendaciones:
Evita bases sólidas para tu colchón; las de varillas permiten mejor ventilación.
Duerme en posición extendida, como “estrella de mar”, para liberar más calor corporal.
Coloca una toalla húmeda en zonas clave como el abdomen o los pies.
Si duermes en pareja, considera mantener cierta distancia cuando haga mucho calor.
2. Considera un colchón con tecnología de enfriamiento
Los colchones tradicionales suelen acumular calor. En cambio, los que incorporan materiales refrescantes o de gel permiten una mejor regulación térmica, favoreciendo el descanso en climas cálidos.
3. Adopta hábitos nocturnos que favorezcan el descanso
Ciertos comportamientos antes de dormir pueden aumentar tu temperatura corporal sin que te des cuenta.
Consejos útiles:
Toma una ducha tibia antes de acostarte para ayudar a regular tu temperatura interna.
Evita comidas pesadas o bebidas alcohólicas por la noche.
Apaga luces y dispositivos electrónicos que generen calor en la habitación.
4. Usa un ventilador correctamente para evitar resequedad
Aunque el ventilador es un gran aliado, mal orientado puede generar molestias. La clave está en su ubicación y funcionamiento.
Tips de uso:
Coloca el ventilador en una esquina, apuntando hacia arriba en diagonal.
Usa modelos con oscilación para mover el aire por toda la habitación.
Evita que el aire fluya directamente sobre tu rostro o cuerpo.
5. Elige sábanas frescas de lino o algodón
Las fibras sintéticas como el poliéster retienen el calor. Las sábanas de lino y algodón, en cambio, son transpirables, frescas al tacto y ayudan a regular la temperatura corporal durante la noche.
Beneficios:
Permiten el paso del aire y disipan mejor el calor.
Ideales para climas cálidos y resistentes a lavados frecuentes.
Disponibles en varias medidas y colores.
Dormir bien es esencial para tu salud física y mental. Con estos ajustes, puedes decirle adiós al bochorno nocturno sin depender del aire acondicionado.