El suelo pélvico es un grupo de músculos que sostiene órganos como la vejiga, el útero y el intestino. Fortalecerlo no solo mejora la estabilidad del cuerpo, sino que ayuda a prevenir afecciones como incontinencia urinaria, estreñimiento e infecciones frecuentes. Factores como la edad, el embarazo, el parto o el sobrepeso pueden debilitar esta zona con el tiempo.
Practicar ejercicios específicos diariamente puede marcar una gran diferencia. Aquí algunos recomendados que puedes hacer en pocos minutos:
Kegels: Recuéstate boca arriba, identifica los músculos del suelo pélvico (como si quisieras detener la orina), contrae por 5 segundos y relaja. Haz tres series de 10 a 15 repeticiones.
Toques de punta: Acostada, levanta una pierna a la vez mientras mantienes el abdomen firme. Este ejercicio fortalece el core y mejora el control del suelo pélvico.
Inclinaciones pélvicas: Con las rodillas dobladas, presiona la espalda baja contra el piso contrayendo el abdomen. Mantén unos segundos y relaja. Haz 10 a 15 repeticiones.
Sentadillas: Al bajar y subir, contrae los músculos pélvicos. Mantén la espalda recta y haz tres series de 15 repeticiones.
Incluir estas rutinas en tu día a día puede ayudarte a sentirte más fuerte, segura y saludable.