Durante siglos, los alimentos afrodisíacos han estado rodeados de mitos, creencias y hasta bromas. Se les atribuye la capacidad de aumentar el deseo sexual, la potencia o el placer, pero ¿qué tanto de esto es cierto?
El término "afrodisíaco" proviene de Afrodita, diosa griega del amor, y desde tiempos antiguos estos alimentos eran usados como remedios para fomentar la fertilidad. Sin embargo, en la actualidad, no existe evidencia científica sólida que confirme su efectividad para mejorar directamente el deseo sexual, según expertos como Jennifer Evans, historiadora de la Universidad de Hertfordshire.
Aunque algunos alimentos pueden favorecer la circulación, similar a ciertos medicamentos, esto no garantiza un impacto inmediato en la función sexual. De hecho, la mayoría de estos efectos dependen del estado de salud general, no del alimento en sí.
¿Qué dice la ciencia sobre los supuestos afrodisíacos?
El doctor Michael Krychman, director de un centro de salud sexual en California, reconoce que hay evidencia histórica y anecdótica, pero no estudios clínicos concluyentes que respalden su eficacia. Aun así, algunos alimentos han mostrado ciertos beneficios relacionados con la salud sexual:
Ginkgo: mejora el flujo sanguíneo, incluyendo hacia los órganos sexuales.
Ginseng: puede ayudar con la disfunción eréctil y aumentar la excitación en mujeres menopáusicas.
Maca: planta peruana que podría mejorar el deseo sexual y la salud cardiovascular.
Tribulus: usado en medicina tradicional, podría mejorar la calidad del semen y la satisfacción sexual, aunque sus efectos a largo plazo no se conocen del todo.
Vino tinto: asociado con la salud del corazón, lo que podría influir positivamente en la función sexual, aunque sus beneficios podrían depender de otros factores.
¿Conclusión? Más mito que realidad
La ciencia aún no ha comprobado que algún alimento tenga efectos afrodisíacos inmediatos y seguros. Sin embargo, una alimentación balanceada, como la dieta mediterránea, sí puede mejorar la salud en general, incluyendo la sexual.
Por ahora, más que confiar en soluciones mágicas, lo recomendable es cuidar el bienestar físico y emocional, ya que ambos juegan un papel clave en la vida sexual.