Los años pasan y las generaciones cambian, pero existe algo que sigue siendo una constante en todo el mundo, la legendaria pregunta de los hijos: ‘¿cómo se hacen los bebés?’; algo sumamente temido para muchos padres que no saben cómo contestar, o simplemente no se sienten preparados para hacerlo.
Sabemos que es un tema delicado, pero lo quieras o no, el momento en el que tengas que hablar sobre sexualidad con tus pequeños llegará más pronto de lo que esperas; por ello aquí recopilamos una serie de consejos para que, cuando la pregunta aparezca, estés preparado para responder de la mejor manera.
La edad de las preguntas
La inquietud es algo totalmente natural en el ser humano; las ganas por descubrir y descifrar los secretos del mundo que nos rodea es tan grande que desde pequeños empezamos a cuestionar todo lo que pasa en nuestro entorno.
Sin embargo; según el departamento de psicología de la Universidad de Tilburg, en Países Bajos, es entre los dos y cuatro años cuando los niños se vuelven un poco más ‘investigadores’ y se acercan a los adultos para que resuelvan sus dudas sobre los temas que más les interesan.
Es aquí cuando el ‘¿Por qué?’ y el ‘¿Cómo?’ se hacen más presentes, incluso, los psicólogos aseguran que los pequeños son capaces de hacer hasta 400 preguntas al día a su corta edad. Tal vez lo has vivido y seguramente te ha agotado contestar tantas inquietudes.
La temida pregunta: ‘¿Cómo se hacen los bebés?’
Entre todas estas preguntas que hacen los niños a sus padres está una de las más temidas por todos: ‘Papi, mami, ¿cómo se hacen los bebés?’. Algo intimidante, pero que se debe tomar con gran responsabilidad, pues generalmente, representa el primer acercamiento de los pequeños a la sexualidad.
Según los expertos en psicología infantil, los padres no deben de mentirle a sus hijos; ni con los cuentos de la ‘cigüeña’ u otros parecidos, pues se exponen a que sus compañeros o amigos en la escuela les cuenten la verdad.
Entonces, ¿qué hacer? Lo mejor es guardar la calma e intentar decirle la verdad de acuerdo a su edad y capacidad de comprensión.
Aquí te van unos consejos útiles para lograrlo:
1. Evita cuentos ficticios, mejor usa analogías: Puedes usar como ejemplo el tradicional ‘papá tiene una semillita y mamá huevitos’ o algo similar.
2. Apóyate de libros ilustrados: La literatura para pequeños suele tener imágenes aptas para todas las edades, así comprenderán mejor los órganos sexuales y el proceso completo.
3. No te burles o ignores la pregunta: Es importante que no haya temas prohibidos y decirles cosas como ‘no tienes edad para esto’; muéstrate dispuesto a contestar.
4. Habla con sinceridad: Si mientes y los pequeños descubren la verdad por otro lado, te convertirás en una fuente de información poco confiable; usa el nombre propio de cada parte del cuerpo y si tienes problemas para explicar algo, no dudes en pedir ayuda a otros adultos para lograrlo.
Recuerda que el mejor legado que dejamos a nuestros hijos es la educación y todo lo que aprendan de nosotros serán de suma importancia en su futuro; hablar de sexualidad desde una edad temprana ayudará a que sepan los cuidados que deben tener para con su cuerpo y prevenir que sean víctimas de la invasión a su privacidad o escenarios más riesgosos como un abuso sexual.