Hay algo mágico en las cocinas blancas que hacen que esta habitación de tu casa pueda convertirse en tu lugar favorito: siempre lucen luminosas, amplias y transmiten mucha calma y armonía. Sin embargo, hay muchas personas que le temen a los muebles de este color, pues tienen la mala reputación de ser difíciles de mantener. Por ello dentro de los consejos de limpieza del hogar hoy te diremos cómo limpiar tus muebles de cocina blancos.
Antes que nada, debemos romper con el pánico que provocan las cocinas de tonos claros. Si bien tienden a ser más delicadas en su uso, la realidad es que no hace falta ser muy pulcro para mantener una cocina lo más blanca posible. Basta con tener un poco de cuidado y seguir los sencillos consejos que te contaremos en este artículo.
No dejes que un poco de grasa y suciedad te impidan instalar los gabinetes, las encimeras, los fregaderos y los electrodomésticos blancos de tus sueños y deshazte del miedo de ensuciarlo todo, pues al fin y al cabo, para eso son las cocinas.
Cómo deja relucientes tus muebles de cocina blancos
Protege los gabinetes y las superficies de la luz del sol
Una de las claves para que tu cocina blanca luzca radiante, a pesar del uso constante, es proteger tus muebles de los rayos del sol que caen directamente sobre ellos.
La luz natural puede hacer que los gabinetes blancos o las superficies laminadas se vuelvan amarillas. Para evitar esto, instala cortinas o persianas, o si tienes más recursos, quizá la mejor opción sean las ventanas de vidrio polarizado. Así protegerás tus gabinetes y encimeras de la exposición solar y evitarás que se destiñen.
Limpia las alacenas con vinagre y bicarbonato de sodio
Para mantener tus armarios blancos con un aspecto brillante y fresco, prepara una solución de limpieza con una taza de vinagre, una cucharada de bicarbonato de sodio y dos tazas de agua tibia. Sumerge un trapo en esta solución, escurre el líquido y luego limpia tus armarios. Haz esto al menos una vez al mes.
Remoja los lavabos en lejía
Los fregaderos blancos pueden verse sucios con bastante rapidez, y la mejor manera de prevenir los signos de desgaste es usar lejía doméstica. Para hacerlo, primero cubre el fondo del fregadero con toallas de papel y luego humedécelas con lejía. Deje las toallas empapadas de lejía durante aproximadamente media hora, luego quítalas y enjuaga el fregadero con agua tibia.
Si prefieres no usar lejía para las manchas del fregadero, una alternativa natural es llenar el fregadero con agua carbonatada y jugo de limón, dejar que la solución se remoje y luego lavar con agua tibia.
Elimina la grasa de los armarios blancos
Los muebles de cocina blancos tienden a verse desagradables después de cierto tiempo de desgaste y debido a la acumulación de grasa. Para solucionar este problema, existen dos remedios naturales: utiliza bicarbonato y zumo de limón y rocía el líquido sobre ellos, deja actuar dos o tres minutos y después pasa un trapo seco. También está la opción de desinfectar con vinagre blanco.
Cuida tus muebles lacados blancos
A pesar de su durabilidad, puesto que cada vez se usan mejores productos en su fabricación, el brillo original de este tipo de muebles se acaba perdiendo poco a poco y tienden a ponerse amarillos. Para que esto no ocurra, puedes utilizar dos productos: agua oxigenada y vaselina, después frota esta mezcla sobre ellos con ayuda de un paño de microfibra.