Cuando se trata de la limpieza del hogar hay una gran variedad de productos que prometen dejar tu casa impecable, pero solo unos cuantos artículos pueden recibir el título de “imprescindibles”. Por ello te compartimos para qué sirve trapear con amoniaco y cómo hacerlo.
El amoníaco es uno de los grandes protagonistas en el aseo del hogar. Se trata de un gas incoloro con un olor muy distintivo y un componente clave en la fabricación de muchos productos de limpieza.
Su gran poder desengrasante y desinfectante lo hace ideal para limpiar la cocina, los cristales, espejos y todas las superficies en general. Incluso para quitar algunas manchas de tejidos.
Sin embargo, aunque el amoniaco es un buen aliado de la limpieza debes tener cuidado al momento de utilizarlo, ya que puede irritar los ojos y las mucosas, provocando daño en las vías respiratorias.
Además es importante evitar mezclarlo con otros productos de limpieza, como la lejía, pues estas combinaciones liberan químicos que ponen en riesgo tu salud y provocan intoxicaciones. Para utilizar el amoniaco correctamente debes diluirlo en agua y siempre ventilar las estancias tras su uso.
Trapear con amoníaco para limpiar pisos, ¿cómo hacerlo?
El amoníaco de uso doméstico, el hidróxido de amonio, es un ingrediente en muchos productos de limpieza para el hogar que se utilizan para limpiar una variedad de superficies como bañeras, lavabos, inodoros, encimeras y azulejos.
Dentro de la variedad de usos que tiene este químico en las tareas de aseo, limpiar los pisos es uno de los más frecuentes, aunque cabe decir que esto solo aplica a los pisos de baldosas y no a los de madera.
Las baldosas pueden acumular suciedad y moho, así como otras sustancias de otros productos de limpieza, por lo que el amoníaco permite una limpieza profunda de este tipo de material.
Hacerlo es muy sencillo, solo combina el amoníaco con un poco de agua y usa la mezcla para limpiar tus pisos y dejarlos relucientes.
Como medidas de precaución, procura utilizar guantes y cubrebocas para evitar el contacto del producto con la piel; también aléjalo de los niños y las mascotas. Al momento de guardar el envase, intenta que sea en una zona fresca y seca.