En un mundo donde los conflictos y la división parecen dominar, es fundamental buscar caminos que promuevan la paz y la armonía. En este contexto, el turismo emerge como una herramienta clave para el entendimiento y la cohesión social, un enfoque respaldado por la ONU Turismo bajo el lema "Turismo y Paz". No se trata solo de explorar nuevos destinos, sino de transformar cada viaje en una oportunidad para conectar, aprender y contribuir a un mundo más pacífico.
El turismo es, en esencia, un intercambio entre personas de diversas culturas, nacionalidades y formas de vida. Viajar nos permite conocer la realidad del otro, romper estereotipos y generar empatía. Al compartir y aprender sobre nuestras diferencias, podemos construir una comprensión mutua que fomente la tolerancia y el respeto. Con su diversidad de paisajes —desde la tranquilidad de sus zonas rurales hasta su vibrante vida cultural—, Morelos ofrece un entorno ideal para la promoción de esta visión.
La paz no se limita a la ausencia de conflictos armados, sino que también implica la creación de condiciones de vida justas, sostenibles y equitativas. En este sentido, el turismo puede ser un motor para el desarrollo económico en áreas marginadas, empoderando a las comunidades locales y fomentando un entorno de cooperación y armonía. Más allá de ser una fuente de ingresos o una manera de disfrutar nuevos paisajes, el turismo es una plataforma para el intercambio cultural, el respeto y la colaboración entre pueblos.
En diversas regiones del estado, el turismo comunitario ha demostrado cómo la actividad turística puede promover la paz, al ofrecer a las comunidades rurales la oportunidad de compartir su cultura y tradiciones, generando ingresos sostenibles y fortaleciendo los lazos sociales. Al interactuar con personas de distintas culturas, cada viaje genera empatía y comprensión, rompiendo prejuicios y sentando las bases para una sociedad más justa e inclusiva.
Con un vasto patrimonio cultural, natural y humano, el estado es un destino privilegiado para el desarrollo de un turismo que promueva la paz y el entendimiento. La riqueza de su historia y la diversidad de sus comunidades crean el escenario perfecto para que los visitantes no solo disfruten de su belleza, sino que también reflexionen sobre la importancia del respeto mutuo y la cohesión social.
Un recorrido por Cuernavaca, la "ciudad de la eterna primavera", invita a los visitantes a explorar el Palacio de Cortés y aprender sobre los complejos momentos históricos que han moldeado la identidad de la región. Este tipo de turismo no solo nos conecta con el pasado, sino que también nos invita a valorar la importancia de las diferencias culturales.
En contraste, una visita a las comunidades rurales de la Sierra de Huautla ofrece la oportunidad de experimentar el profundo respeto que los pueblos indígenas tienen por la naturaleza. Aquí, los visitantes pueden aprender sobre el turismo comunitario y la relación simbiótica que estas comunidades mantienen con su entorno, demostrando que es posible convivir en armonía tanto con el medio ambiente como entre nosotros mismos.
Explorar el estado de Morelos no es solo una experiencia visual, sino también una contribución activa a un esfuerzo global por un futuro más justo, inclusivo y pacífico. Este rincón de México es más que un destino turístico; es un espacio donde el turismo y la paz se entrelazan, creando oportunidades para un desarrollo sostenible basado en el respeto mutuo y la solidaridad. Viajar aquí es mucho más que descubrir paisajes; es una invitación a convertirse en un agente de cambio, contribuyendo a un mundo mejor.
LIC. HAUI ARRIAGA LATISNERE
Profesora de la Escuela de Turismo UAEM
FOTOGRAFÍAS: FERNANDO RUIZ VÁZQUEZ