Walt Disney anunció este jueves una inversión de mil millones de dólares en OpenAI como parte de una alianza estratégica de tres años que marcará un cambio importante en la relación de Hollywood con la inteligencia artificial generativa.
El acuerdo permitirá que Sora, la herramienta de creación de videos de OpenAI, genere clips breves creados por usuarios usando más de 200 personajes de franquicias como Disney, Pixar, Marvel y Star Wars.
A partir de principios del próximo año, Sora y ChatGPT Images podrán producir videos con personajes icónicos como Mickey Mouse, Cenicienta o Mufasa.
No obstante, el acuerdo aclara que no se utilizarán imágenes ni voces de actores o talentos reales, respetando sus derechos y protecciones.
Como parte de esta colaboración, una selección de los videos creados por usuarios será transmitida en Disney+, integrando contenido generado con IA al catálogo de la plataforma de streaming por primera vez.
Disney también utilizará las API de OpenAI para desarrollar nuevos productos, servicios y experiencias para sus suscriptores, además de implementar ChatGPT de manera interna para sus empleados.
La alianza posiciona a Disney como uno de los principales clientes de OpenAI y representa un paso significativo en la adopción de la inteligencia artificial dentro de la industria del entretenimiento, superando las reservas que Hollywood ha expresado en los últimos años sobre el impacto de la IA en empleos creativos y derechos de autor.
Bob Iger, director ejecutivo de Disney, destacó que la empresa busca expandir su capacidad narrativa “de forma responsable”, asegurando que se protegerá a los creadores y sus obras durante esta transición tecnológica.
Sin embargo, no todos en la industria han recibido la noticia con entusiasmo.
Meses antes, la agencia de talentos Creative Artists Agency (CAA) criticó a OpenAI al afirmar que herramientas como Sora representan un “riesgo significativo” para actores y artistas, cuestionando si la compañía cree que los profesionales creativos deben ser compensados y acreditados por su trabajo.
Este acuerdo también marca un giro notable para Disney, que en el pasado se había mostrado más cauteloso respecto al uso de IA.
En junio, Disney y Universal demandaron a Midjourney por el uso no autorizado de personajes protegidos.
Ahora, con esta nueva colaboración, la compañía busca equilibrar innovación y protección de propiedad intelectual mientras explora nuevas formas de crear contenido.
La alianza entre OpenAI y Disney promete transformar la manera en que se produce y consume entretenimiento, y podría redefinir la relación entre la creatividad humana y la inteligencia artificial en Hollywood.
