Intel será la encargada de fabricar los procesadores de gama baja de la serie M de Apple, utilizados en dispositivos como los MacBook Air y los iPad Pro, según información del analista Ming-Chi Kuo.

La producción se realizará con el proceso avanzado 18A, la tecnología de 2 nanómetros más moderna de Intel, cuyo despliegue se prevé para el segundo trimestre de 2027.

El proceso 18A representa un salto significativo en rendimiento, al mejorar la eficiencia por vatio hasta un 15% y aumentar la densidad de los chips en un 30% en comparación con Intel 3.
Actualmente, esta tecnología ya se emplea en Estados Unidos para fabricar los nuevos procesadores Intel Core Ultra serie 3, conocidos como Panther Lake.

De acuerdo con Kuo, Apple habría firmado un acuerdo de confidencialidad mientras espera la versión final del proceso (PDK 1.0/1.1), prevista para el primer trimestre de 2026.
Aunque Intel se encargará únicamente de la fabricación, Apple seguirá siendo responsable del diseño de los chips.

Si bien los volúmenes de producción no serán masivos, sí representan un avance importante para el negocio de fundición de Intel.
En 2025, los envíos combinados de chips para MacBook Air y iPad Pro alcanzaron los 20 millones de unidades, pero se estima que entre 2026 y 2027 la cifra se mantendrá entre 15 y 20 millones, en parte por la intención de Apple de introducir un nuevo MacBook más económico que utilice un procesador derivado del iPhone.

A pesar de este acuerdo, Apple continuará dependiendo principalmente de TSMC como proveedor de nodos más avanzados.

Sin embargo, la alianza con Intel permitirá a la compañía ofrecer dispositivos con componentes fabricados en Estados Unidos a partir de la segunda mitad de 2027, cuando los nuevos chips producidos bajo el proceso 18A estén completamente listos.