La empresa de inteligencia artificial xAI, fundada por Elon Musk, enfrenta cuestionamientos tras revelarse que utilizó datos biométricos de sus propios empleados para entrenar a los avatares animados Bad Rudi y Ani, creados para acompañar a su chatbot Grok.
De acuerdo con una investigación publicada por The Wall Street Journal, xAI solicitó a parte de su plantilla proporcionar registros de voz y movimiento, con el fin de enseñar a los avatares a comportarse como humanos.
Estos datos fueron usados dentro de un proyecto interno denominado Skippy, desarrollado durante la primavera pasada.
Según el reporte, los trabajadores involucrados tuvieron que firmar un documento que otorgaba a la compañía “una licencia perpetua, mundial, no exclusiva, sublicenciable y libre de regalías” para utilizar y distribuir sus rostros y voces.
Aunque algunos empleados expresaron dudas, la empresa aclaró que proporcionar esta información era un requisito laboral esencial para avanzar en la misión de xAI.
Los avatares, disponibles desde el verano para los suscriptores de pago de Grok, ofrecen interacción por voz y movimiento.
Bad Rudi, con apariencia de zorro o panda rojo, tiene una personalidad rebelde y conflictiva; mientras que Ani, una joven rubia con actitud seductora, ha causado controversia por su estética sexualizada y su tono de respuesta sugestivo.

Ani, en particular, se ha convertido en el centro de atención por la forma en que algunos usuarios la perciben como una “novia virtual”, desatando debates sobre los límites éticos y sociales del uso de inteligencia artificial con rasgos románticos o eróticos.
El reporte también señala que varios empleados mostraron incomodidad con la representación y comportamiento del avatar femenino, al considerar que refuerza estereotipos de personajes del anime japonés conocidos como waifus, idealizados por su atractivo físico y sumisión.
Hasta el momento, xAI no ha emitido un comunicado oficial sobre el tema, mientras el caso reabre la discusión sobre el uso ético de datos personales en el desarrollo de inteligencia artificial y los límites de la hiperrealidad digital en las interacciones humanas.
