OpenAI dio un paso decisivo en la carrera por la inteligencia artificial tras firmar un acuerdo de 300,000 millones de dólares con Oracle, considerado el contrato de computación en la nube más grande de la historia tecnológica.
El convenio, con vigencia de cinco años, permitirá a la startup de IA acceder a la infraestructura necesaria para entrenar sus modelos, que cada vez demandan mayor capacidad de procesamiento.
De acuerdo con The Wall Street Journal, este pacto consolida la estrecha colaboración entre ambas compañías, que ya habían trabajado juntas desde 2024 en el uso de servicios en la nube y en el ambicioso proyecto Stargate, con el cual planean construir un centro de datos de 4.5 gigavatios capaz de albergar 2 millones de chips.
Para Oracle, el acuerdo refuerza su posicionamiento como uno de los grandes beneficiados del auge de la inteligencia artificial.
La compañía reportó un crecimiento significativo en sus resultados financieros y anunció que espera un alza del 77% en los ingresos de su división Oracle Cloud Infrastructure durante este año fiscal, alcanzando los 18,000 millones de dólares.
La empresa proyecta que estas ganancias asciendan a 144,000 millones de dólares en los próximos cinco años, con gran parte de esos ingresos ya asegurados en su cartera de pedidos.
El impacto del anuncio fue inmediato en los mercados: las acciones de Oracle subieron casi 40% en la Bolsa de Nueva York, cotizando en 337.02 dólares y elevando su valoración de mercado a 950,000 millones de dólares.
Analistas como Keith Weiss (MS Research) y Patrick O’Hare (Briefing.com) destacaron que la compañía está tomando una ventaja considerable en el sector gracias a la creciente demanda de centros de datos y a contratos estratégicos vinculados a la IA.