Los archivos PDF, uno de los formatos más utilizados en el mundo digital, se han convertido en una de las herramientas favoritas de los ciberdelincuentes.
Su popularidad los ha hecho parte de campañas de phishing y propagación de malware, como ocurrió recientemente con el troyano bancario Grandoreiro, que se distribuyó a través de documentos aparentemente legítimos.
De acuerdo con la firma de seguridad informática ESET, este tipo de archivos ocupa el sexto lugar en el ranking de detecciones de amenazas y se ha consolidado como una tendencia en ataques enviados por correo electrónico.
Los delincuentes suelen disfrazar los PDF como facturas, resultados médicos, currículums o notificaciones bancarias para ganar la confianza del usuario y lograr que los abra sin sospechas.
“Los atacantes buscan que los documentos parezcan auténticos, pero pueden incluir scripts ocultos que descargan malware, ejecutan procesos en segundo plano o abren conexiones remotas sin que la víctima lo perciba”, explica Fabiana Ramirez Cuenca, investigadora de seguridad de ESET Latinoamérica.
Además, muchos aprovechan fallas en lectores populares como Adobe Reader o Foxit para ejecutar sus ataques.
Señales de alerta
Algunas pistas que ayudan a identificar un PDF malicioso son:
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Archivos comprimidos en ZIP o RAR.
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Nombres sospechosos o engañosos, como Factura.pdf.exe.
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Correos de remitentes desconocidos o con dominios extraños.
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Mensajes sin contexto, como recibir un archivo inesperado.
Recomendaciones de seguridad
ESET sugiere varias medidas preventivas: Activar la vista de extensiones en el explorador de archivos, revisar el tamaño y nombre del archivo, evitar abrir adjuntos comprimidos sin justificación, mantener actualizado el lector de PDF y utilizar software de seguridad confiable.
En caso de abrir un PDF malicioso, lo recomendable es desconectar el dispositivo de internet, ejecutar un análisis con programas antimalware, revisar procesos activos, cambiar contraseñas y, de ser necesario, consultar a un especialista en ciberseguridad.
Con estos hábitos de prevención, los usuarios pueden reducir los riesgos y proteger su información personal frente a un tipo de ataque que sigue en aumento.