Google reveló un estudio sobre el impacto ambiental de su asistente de inteligencia artificial Gemini, donde asegura que una consulta promedio requiere 0.24 vatios-hora de electricidad —equivalente a encender un televisor durante nueve segundos— y 0.26 mililitros de agua, es decir, unas cinco gotas.
La empresa afirma que se trata de una de las estimaciones más detalladas que ha publicado hasta ahora sobre el consumo de sus sistemas de IA.
El informe detalla que el 58% de la energía se destina a los chips especializados, un 25% a la CPU y la memoria DRAM, y un 10% a equipos de respaldo, mientras que el resto corresponde a refrigeración y conversión de energía en los centros de datos.
Además, la compañía destaca que la optimización de Gemini permitió una reducción de 33 veces en el gasto energético por consulta entre mayo de 2024 y mayo de 2025.
En cuanto al agua, el líquido se utiliza principalmente para enfriar los servidores, y Google sostiene que el consumo es “muy inferior” a estimaciones previas, que lo calculaban entre 10 y 50 mililitros por interacción.
Jeff Dean, científico jefe de la compañía, declaró a MIT Technology Review que el uso de Gemini equivale a “acciones cotidianas que ni siquiera notas, como mirar unos segundos la televisión o beber cinco gotas de agua”.
No obstante, expertos advierten que el análisis omite factores clave, como el consumo energético y de agua durante el entrenamiento de los modelos, el almacenamiento de datos o el uso en consultas más complejas, como generación de imágenes y video.
También se cuestiona la falta de claridad sobre qué entiende Google por “consulta promedio” y cuántas procesa diariamente.
Shaolei Ren, profesor de la Universidad de California, criticó que la compañía “oculta información crucial”, lo que podría transmitir un mensaje engañoso. Aun así, MIT Technology Review considera que este reporte representa la estimación más transparente publicada por una gran tecnológica en este campo.
El debate ocurre en medio de crecientes alertas sobre la huella ambiental de la IA. Investigaciones como las de Alex de Vries y Goldman Sachs proyectan que el consumo energético de los centros de datos podría crecer hasta un 160% hacia 2030, con la IA representando el 27% de ese gasto.
En cuanto al agua, un estudio de la Universidad de California advierte que para 2027 la demanda de sistemas de IA podría superar la mitad de la extracción anual de agua del Reino Unido.
Actualmente, la industria carece de un estándar unificado para medir el consumo hídrico y energético de la IA. El Instituto de Investigación de Capgemini advierte que solo el 12% de las empresas miden el impacto ambiental de estas tecnologías, y apenas el 38% es consciente de él.
Su director de sostenibilidad, Cyril Garcia, insiste en que es urgente establecer normas comunes si se busca un desarrollo tecnológico responsable y sostenible.