En la era digital, las cuentas olvidadas que acumulamos con el tiempo pueden convertirse en un blanco fácil para los ciberdelincuentes. Así lo advirtió la empresa de ciberseguridad WeLiveSecurity, que alertó sobre el peligro de mantener inactivos perfiles creados para probar servicios, acceder a promociones o incluso “stalkear” a alguien.
Según especialistas, estas cuentas, tanto personales como corporativas, son vulnerables a técnicas como robo de credenciales, ataques por fuerza bruta, malware o suplantación de identidad. Google, por ejemplo, señala que los perfiles inactivos tienen hasta 10 veces menos probabilidades de contar con protección de doble verificación, lo que los vuelve aún más expuestos.
Una cuenta olvidada puede ser utilizada para enviar estafas desde correos o redes sociales, vaciar fondos de cuentas vinculadas (como billeteras digitales o bancarias) o incluso venderse en la dark web si contienen datos valiosos. En el caso de empresas, estas cuentas pueden ser una puerta de entrada a sistemas sensibles, como ocurrió en ataques de ransomware recientes.
¿Qué hacer para protegerse?
Realizar auditorías periódicas de tus cuentas.
Eliminar las que no usas o actualizar contraseñas si son débiles.
Activar la verificación en dos pasos en las que sí conserves.
Evitar conectarse desde redes Wi-Fi públicas sin protección.
Ser cauteloso con correos o mensajes sospechosos.
Eliminar o asegurar cuentas olvidadas no toma mucho tiempo y puede evitar serios problemas. Un poco de limpieza digital puede marcar la diferencia entre estar protegido o dejar la puerta abierta al cibercrimen.