Arrakis despierta, pero aún necesita ajustes.
Dune: Awakening, el nuevo título de supervivencia y mundo abierto desarrollado por Funcom, promete una experiencia inmersiva en el universo de Dune, combinando exploración, construcción y elementos MMO. Tras probar la beta y dedicar varias horas a la versión activa, el resultado es mixto: una base sólida con muchos aciertos, pero también con detalles que necesitan mejora.
Un mundo vivo, pero saturado
El juego ofrece una ambientación impresionante: los efectos de luz, texturas, reflejos y detalles del desierto están muy bien logrados. Sin embargo, los servidores no han estado a la altura de la demanda. Hay largas esperas para ingresar y frecuentes interrupciones por mantenimiento. La estructura del juego, con servidores divididos por mundos, no permite cambiar de instancia si la tuya está llena, lo cual afecta la fluidez del juego.
Además, la presencia masiva de viviendas improvisadas en las zonas iniciales y la sobrecarga de usuarios han generado cuellos de botella y expulsiones ocasionales.
Jugabilidad con contrastes
En sus primeras horas, Dune: Awakening se centra casi por completo en la supervivencia. Encontrar agua, protegerse del calor y gestionar recursos es vital. Aunque el juego incorpora aspectos PvP, estos sólo están disponibles en servidores privados, lo que limita la competencia directa entre jugadores al inicio.
Las animaciones de los personajes y enemigos, en contraste con el detallado entorno, se sienten anticuadas. Saltos, escaladas y movimientos en general carecen de fluidez, lo que rompe un poco la inmersión. Aun así, los combates contra el entorno y las decisiones estratégicas aportan una tensión constante que mantiene el interés.
Audio atmosférico, pero discreto
La música destaca por su calidad sinfónica, con tonos oscuros de órgano y cuerdas que crean una atmósfera envolvente. Sin embargo, su volumen es tan bajo que en muchos momentos pasa desapercibida, lo cual es una oportunidad perdida para reforzar la inmersión.
Supervivencia exigente, pero gratificante
El juego obliga al jugador a pensar estratégicamente: buscar rutas seguras, localizar fuentes de agua y recolectar materiales esenciales para construir armas y refugios. Aunque el mapa no es gigantesco, recorrerlo requiere planificación. Esto, combinado con una ambientación bien cuidada, hace que la experiencia de juego sea desafiante pero disfrutable.
Veredicto preliminar
Dune: Awakening tiene mucho potencial. Sus mecánicas de supervivencia, la ambientación y la libertad para explorar Arrakis ofrecen una experiencia atractiva. Sin embargo, problemas de estabilidad, limitaciones técnicas y detalles pulibles en la jugabilidad impiden que brille por completo… al menos por ahora.
Un juego inmersivo y ambicioso que puede mejorar notablemente con actualizaciones y tiempo.